Epilogo

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–OYE IDIOTA –Grito ella mientras reía.

–Vamos que pasa ahora –rio el también mientras detenía su correr y volteaba a verla encantado.

Ella estaba con unos jeans azules, una polera celeste y unas zapatillas del mismo color, el cabello castaño oscuro que le llegaba un poco mas debajo de los hombros estaba despeinado producto de que él lo revolvió.

Se acerco a ella, observo su puchero y lo beso tiernamente, ella se sonrojo.

–¿Te dije que era la más hermosa del mundo?

–No –se defendió ella sonriendo ampliamente.

–Bueno, te lo diré ahora y siempre. Eres la chica más hermosa y perfecta del mundo –Él con sus manos tomo sus mejillas y se acerco para besarla, la beso con dulzura y ternura.

–Te quiero –dijo ella– Eres el chico más perfecto que me pudo haber tocado en la vida, te amo como nunca nadie lo ha hecho, siempre lo hice –dijo tímida.

–Siempre lo supe.

–¡OYE! –Rio ella, él sonrió.

–Te quiero yo también.

Se miraron a sus ojos color té, felices, contentos.

Se besaron, cumplían 5 meses de su relación, casualmente cayo un día miércoles.

Se separaron y entrelazaron sus dedos, caminaron hasta el pasto y se sentaron juntos, ella apoyo su espalda en el pecho de el mientras jugaba con sus dedos y observaban el atardecer.

“Te amo”

Susurraron ambos en secreto.

Siempre se habían amado, y ambos lo sabían, pero querían recordárselos, por si se les olvidaba, porque era tanto el amor, que tenían miedo de perderse el uno al otro.

Ella y Él quedaron juntos, en un amor perfecto.

La taza estaba en su punto de éxtasis, que cualquier persona sentía envidia de que su taza de té no fuera como aquella.

No era el azúcar, no era la bolsita, no era ni la chuchara ni la taza.

Era el cariño con el que fue preparada.

J

Ojos color té.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora