ꟷ Esto no tiene sentido.
ꟷ Es la doceava vez que lo dices.
Felipe se detiene y gira quedando frente a mí. No veo la expresión de su rostro porque apunta directo a mis ojos con la lámpara de mano. Se la arrebato con brusquedad.
ꟷ Y te vuelvo a decir Will, ¡esto no tiene sentido! ꟷ Tal vez esté un poco enojado.
Paso a su lado y avanzo por el túnel, alumbrando el mapa que llevo en mano. No se lo digo, pero creo que nos he desviado del camino.
ꟷ Suspira dramáticamente — Estamos perdidos ¿Verdad?
— Bueno...
Pisa fuerte para que note su enojo mientras camina detrás de mí y los charcos de agua nauseabunda comienzan a salpicar por todos lados.
— Seguirte a ti un domingo por la noche en las alcantarillas de un viejo edificio, es el mejor plan que conseguí hoy ¡Necesito más amigos! Y todo esto porque soñaste que eras veinte años más viejo y vivías en el siglo XVIII.
— No es sólo un sueño, lo sé. Es como si fuesen mis propios recuerdos, son muy vívidos para ser sólo sueños. No tengo tanta imaginación como para saber los nombres de las calles de Berlín en el año 1740 en alemán.
— ¿Y cuándo aprendiste alemán? Porque en clase de francés nunca has logrado pronunciar ni siquiera Bonjour.
— Es exactamente lo que estamos haciendo en el ayuntamiento. Necesito archivos históricos de la época para buscar indicios.
— Pero en la biblioteca nos dijeron que se quemaron muchos documentos en el incendio de hace ochenta y tres años.
— Sólo echaremos un vistazo para estar seguros.
— Amigo, de lo que estoy seguro es que irrumpir a media noche en un edificio histórico de Oxford para robar documentos, es delito federal en el condado de Oxforshire. Y no seremos perdonados por tener diecisiete años.
— No nos atraparán — No sé qué sucede, pero nada me es suficiente. Sé que hay algo extraño en mí.
Y todo se complica más con los constantes sueños. Soy yo, siempre soy yo, pero no es mi vida y esas tampoco lo son. Evito mencionarle esto último a Felipe o de verdad tendrá argumentos para acusarme de loco.Cruzo a la izquierda y encontramos una puerta de hierro forzado que seguramente ha visto mejores días. — Ya ves, te dije que lo encontraría.
Me pareció oírlo mascullar algo sobre que era un bastardo y tenía mucha suerte. Felipe forzó una palanca que asomaba a su derecha y la puerta abrió chirriando estrepitosamente.
— Bueno, si no puedo ir al cine a ver una película hagamos de esta aventura algo digno de la pantalla grande. — Se frotó ambas manos con entusiasmo y me miró con sonrisa de demencia. Suspiré y le seguí. Tal vez sí terminemos en un reformatorio después de todo.
Nada, absolutamente nada. Eso encontramos entre pilas de papel y polvo. Buscamos cualquier nombre o fotografía entre archivos antiguos, registros ciudadanos, control de viajeros por cualquier medio de transporte, y todo lo que tuviese papel y letras. Pero no tuvimos suerte.
He estado perdiendo tres meses de mi vida buscando información en internet, bibliotecas distritales y privadas. He irrumpido en edificios antiguos y nuevos. He roto más de una ley y mis visiones siguen empeorando. Al principio sólo soñaba una por mes, luego cada semana y ahora diariamente. Ya olvidé la última noche que logré conciliar el sueño. Siempre estoy en distintas ciudades al rededor del mundo hablando diversos idiomas, usando ropas de diferentes épocas, con otros rostros, nombres y edades.
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El Trono De Idirium 👑
Ficção CientíficaNo sé que me sucede, sólo se que nada me es suficiente. Nada me satisface y aunque tengo todo no tengo nada. Sé que hay algo extraño en mí, necesito sentirme completo. Y todo se complica más con los constantes sueños. Soy yo, siempre soy yo pero no...