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Mire por la mirilla de mi puerta, y ahí estaba Ruben, que coincidencia, no me lo podía creer.

Como se han de imaginar, yo no soy cualquier tipo de chica, en realidad no soy para nada normal. Otras chicas se esconderían y se harían las interesantes, pero yo no, decidí salir y enfrentarme a mi misma, con lo mal que estaba, no se si sea la mejor idea, pero lo hice.

Al caminar no me di cuanta de que había una estúpida caja de cubiertos frente a mi, y al intentar caminar tropecé y caí, haciendo un ruido exagerado.

-Hey, ¿esta todo bien?- preguntó ruben al otro lado de la puerta.

En ese momento no sabía si contestar o no, que vergüenza.

-Ammm...si, si esta todo bien- dije tratando de fingir la voz un poco quebrada.

-¿Segura?

-Claro, no te preocupes- me puse de pie y volví a ver por la mirilla.

Él ya estaba de nuevo frente a su puerta, tratando de abrirla.

Me separe de la mía, y escuche un portazo.

**uffff demonios*** pensé.

Es imposible que la persona que menos quiero ver en él mundo, sea mi vecino, pero creó que tendré que esconderme de él, ojala y nunca le haga falta azúcar.

*Ruben*

Después de lo que paso ahí afuera con mi vecina entre a mi casa un poco confundido, esa voz se me hacia conocida, pero creo que fue mi imaginacion.

Deje mis cosas en él sofá, senté y encendí la t.v., ¡DEMONIOS! que no me he presentado con mi vecina.

Así que decidí ir de nuevo y presentarme, puede que sea una linda chica y....ya saben...bueno es broma.

Salí de mi apartamento hacia él de ella, toque la puerta...

*_________*

Estaba tranquila en mi sofa y escuche que alguien tocó a mi puerta, así que fui a ver.

Al mirar creo que me cague en el mundo, maldito Ruben, porque no podía estar él en su apartamento y dejarme tranquila en él mio.

La puerta seguía sonando y yo no sabia que hacer.

-Hay alguien?-

Algo en mi quería abrirle y no pude resistir.

-Que necesitas?- pregunte abriendo la puerta...

*Ruben*

Estaba a punto de irme, sintiéndome un poco mal, yo sabia que ella estaba ahí porque no me abre.

-Que necesitas?- dijo ella abriendo la puerta.

Me quede en chock, era ella, la mujer mas hermosa, su cara estaba un poco sonrojada, creo que era por mi, y eso me sonrojo a mi.

-_________, que haces aqui?- dije emocionado por verla a ella.

-Me he mudado, acabo de llegar-

-Que bien, y porque has venido a vivir aquí?-

-Estoy en la universidad- me contestó, tratando de persuadir mi mirada, que desesperadamente buscaba la suya.

-Que bien, yo mañana entro-

-Muy bien...-

Los dos no quedamos callados por unos segundos, pero hable.

-Y ya has desempacado?- le pregunte tratando de ver hacia adentro de su departamento.

-No, no he tenido tiempo, pero comenzare mañana-

-Y no quieres que te ayude, seria un placer- dije con una ceja levantada, tratando de hacerla sonreír, aunque no funciono.

-Eeee... No, no yo puedo, pero gracias por ofrecerte- creó que no quiere en verdad.

-Muy bien, pues un gusto ser tu vecino, y si necesitas algo no dudes en decirme- trate de arreglar la situación.

-Gracias, adios-

-Adios- le dije y cerro la puerta.

Volvi a mi casa un poco deprimido, creo que a ella no le agradaba tanto que fuera su vecino, y si yo fuera ella tampoco me alegraría mucho.

Pero arreglare las cosas, la enamorare de nuevo, y ahora si la cuidare, porque esta historia no ha terminado, solo son Puntos Suspensivos...

Puntos Suspensivos (Rubius&Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora