Capítulo 5 - Conociéndote

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- ¿A donde crees que vas? - Una voz autoritaria impidió mi huída triunfal de aquella escena incómoda, a la cual había sido atada por un comentario clandestino y lújubre.

No tuve más remedio que detenerme al frente de mi puerta, cerrar mis ojos con fuerza, tratar de tomar todo el oxígeno que pudiera estar a mi alrededor y doblar lentamente mis pies para obtener un round 2 de esta pelea autotitulada: la curiosidad sí mató al gato... O mejor dicho, a la gata.

- Oye... - Luego de considerar miles de excusas por mi interrupción decidí ser yo misma y afrontar todo como siempre lo hago: enviándole el drama a la otra persona. - ... En verdad lo sien-

- ¿Tu también planeas dejarme sólo hoy? - Su voz entrecortada y dolida apenas se escuchó lo suficiente como para interrumpir mi discurso triunfal. - Claro, de seguro pensarás que estoy demente... - Miró el cuchillo que aún sujetaba con fuerza y rió por lo bajo - ... Pero te equivocas. Todos se equivocan. Mi novio le metió la lengua hasta la garganta a uno de mis mejores amigos y me lo niega en la cara. ¿Ves? Todos se equivocan, sobre todo los hombres, los hombres que tienen pareja.

- Lo siento, no fue mi intención interrumpirlos. - Mi reacción inmediata fue disculparme. No sabía si iba a pagar los platos rotos conmigo, pero estaba tan molesto por la aventura de su pareja que me contraía de miedo de sólo pensar en sus posibles movimientos. Además, no lo conocía, ni siquiera sabía si aquel chico sexy que bajó las escaleras en verdad lo había engañado, o si realmente era su novio.

O si, efectivamente, el hombre era un asesino serial.

Al parecer mis sentimientos fueron transmitidos y comprendidos por Kibum, quien poco a poco fue bajando la intensidad de sus emociones. Sus ojos, que estaban dilatados por aquel momento de tensión, regresaban a su aparente tonalidad oscura pero apacible. Sus brazos se aflojaron junto con el resto de su cuerpo en unos pequeños movimientos para liberar estrés. Antes de hablar arregló un poco su cabello y se aclaró la garganta.

 Antes de hablar arregló un poco su cabello y se aclaró la garganta

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- Tranquila, puedo entender tu preocupación. Yo debería ser el que se estubiera disculpando. - Por un milisegundo me sorprendí, ya que era una persona totalmente diferente, acorde a sus cualidades físicas y sin una pizca de locura en su semblante, así que dejé que mi imagen mental de su ser fuera reemplazada un poco. - Permite presentarme. Mi nombre es Kim Kibum, pero puedes decirme Key. - Extendió su mano en señal de paz, pero antes de que pudiera alcanzarla la retiro en un movimiento rápido. - ¡El vidrio! Demonios, sí que estoy loco. No te muevas, voy por la pala y la escoba.

Pasamos un buen rato recogiendo todos los trocitos mínimos de cristal que se hallaban en toda la recepción del piso. Terminada la tarea, Kibum me invitó a su departamento para tomar un poco de vino, al parecer el joven tenía gustos exquisitos. Al principio dudé, ya que mi cabeza aún cuestionaba su salud mental, pero no tuvo que insistir mucho haciendo millones de aegyos para que aceptara. Al cabo de un rato estábamos en su magnífica sala de estar, rodeados de un ambiente único y cálido, gracias a la chimenea que nos mantenía ignorantes del frío de otoño.

- Este vino es exquisito, necesito unas cuantas botellas en mi cocina.

- ¿Acaso quieres acabar con un problema de alcoholismo en Seúl? - Era la sexta copa que me había servido. La tomó y la puso del otro lado de la mesa. Le eché una maldición con mi mirada. - Odiame todo lo que quieras, pero no dejaré que te emborraches bajo mi custodia.

- Yo no sufro de embriaguez precoz, idiota. Tampoco soy tu mascota. Yo soy dueña de mis actos. - Ok, aquello debió sonar muy mal. Típico comportamiento bruto de la borrachera.

- Si, no más vino para ti. - Juntó rápidamente las copas y la botella y se las llevó a la cocina, lejos de mí.

- A todas estas, ¿por qué no le enterraste el cuchillo a tu novio cuando recién te enteraste que te había engañado? Yo lo hubiese hecho sin pensarlo.

Key me sostuvo la mirada desde el marco de la cocina, se veía un poco dolido por el tema que había propuesto, pero no dudó en responderme.

- Tienes razón, la próxima vez que lo vea lo castraré.

Ambos estallamos en risas y burlas hacia su pareja. Nuestros sonidos retumbaban por todo el apartamento, al igual que mis lloriqueos creados por el ataque de risa brutal.

Este chico era un amor, ¿por qué su novio le habrá engañado?

¿Cómo es que agarramos confianza tan rápido?

¿Cuánto tiempo libre me queda antes de empezar mis pasantías?

- Oye, mañana a las 8a.m. - Empezó a hablar en un tono un poco más serio, pero sin abandonar su elegante sonrisa. - A las 8 te quiero lista, te llevaré a conocer la ciudad.

Y sin más acepté su propuesta antes de regresar a mi nuevo hogar.

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Otro cap a corto tiempo, tal y como prometí xD

Iba a publicar ayer, pero tuve serios problemas con la conexión. No es nada raro en mi país, uno se acostumbra.

¡Feliz comienzo de clases a todos! Aunque para mí es un poco tortuoso, intentaré seguir con las actualizaciones para llegar a buen pie en navidad.

PRÓXIMO CAP: esta vez será una sorpresa c:

Bye! =)

Into You (Taemin y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora