desde cero

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Era un febrero 5 en una mañana como en las que comunmente no quiero sacar un pie de la cama, pero era dia de doble turno .Habian pasado pocos días desde que fui a esa conferencia donde el señor cuyo nombre no recuerdo pero sonaba como a "panqueque",hablaba de que cada dia debia disfrutarse, no importa si llueve truena o relampaguea, siempre la sonrisa puesta y la frente en alto, entonces recordando lo poco pero elemental que me quedo de aquella conferencia decidi levantarme con los mejores esfuerzos de ánimos que pude y me dirigí a mi trabajo.

Mi trabajo constaba en empacar los productos en un almacen de cadena, suena sencillo hasta que te dicen que luego del almuerzo debes cubrir el turno de la noche, lo peor es que justamente cuando iba a conseguir aquel trabajo de oficinista, decidi antes arriesgarme unos dias en el almacen, al principio todo era mas fácil. Cuando me di cuenta que los horarios no eran fijos y las jornadas podian tornarse mas largas, fue cuando ya muy tarde pude percatarme que el de oficinista era un trabajo quizas mas dificultoso pero con menos tiempo de jornada, y yo siempre digo que vale mas el tiempo. Pero bueno, son sucesos de hace mas de dos años, asi que me habia acostumbrado a reprocharme a mi misma, como si con eso consiguiera retroceder el tiempo, aunque claro que aún no habia olvidado lo que me propuse en la mañana *sonrie aunque quieras llorar*; aunque me quejara de mi trabajo y la eterna jornada que mi delgado y pequeño cuerpo soportaba, aún lo conservaba y era algo que no podia desaprovechar.

Mi dia mejoro cuando entre tantos clientes que pasaban por la caja, altos, bajos, enojones, impacientes e incluso mal mirados, se acerco un alto chico rubio de contextura delgada ojos cafes y mirada serena pero a la vez penetrante, se encontraba pasando sus productos. Como yo soy quien empaca no evite observar que entre ellos llevaba Un Trago Carisimo, &' Deduje que se trataba de un chico de la clase alta.
- Buenas noches señorita, puede porfavor empacarme el vino en una de esas cajas para dar regalos. -se estaba refiriendo a mi y que voz mas angelical y caballerosa.
- s-si por supuesto -dije tartamudeando- muchos piden que les hagan una inscripción, asi que podria ayudarle con eso.
- esta bien señorita, por favor escriba "de el hombre que mas te quiere... "
-escribía mientras una sonrisa de "lo sabia" reco rria por mi cara -escriba porfavor al final " te amo madre" - que que?? Acaso eso podia ser cierto pero si es tan guapo - oh si claro -respondí apresuradamente al escapar de mis pensamientos.
El chico no dejaba de mirarme mientras yo intentando mantener una actitud poco evidente escribía las ultimas letras. Cuando termine al fín, se quedo viendo me fijamente y sonreía<< como me intimidaba con eso>>. Decidi que debia parecer segura de mi y no dejarme intimidar.
- aqui esta tu mensaje- le dije entregándole el paper
-muchas gracias señorita, espero no te moleste pero...eres hermosa, casi no se ven mujeres lindas por aca.-sonrió <<sonrojada?, donde?>>
- oh pues, gracias-respondo con la mirada puesta en sus ojos, eran tan vivos y llamativos
-esta bien linda me tengo que ir. Hasta una próxima.
-esta bien
<<como te llamas guapo >>
-hasta una proxima.

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