Tras Un Poco De Locura

La Fogata

-Ay Dios mio, que no termine descuartizada yo, por culpa de este raro hombre, por favor - Pensaba, mientras caminaba con aquel prepotente ser, que me encontré en medio del bosque.

- Y.. A qué viniste nerviositos? Una chica joven en medio de un bosque sin, guía, ni mapas por lo que veo..

-Me hablas a mi? - respondí medio indiferente -

-No, al árbol, si supieras que bien nos llevamos, todos los días conversamos, si supieras tú.

-Primero que nada, no me digas nerviositos! Segundo no me interesa tu relación con la naturaleza, tampoco me sorprende, eres raro y tercero sin sarcasmos por favor!

Ah, y te dije que te mantuvieras lejos de mi ¿no lo recuerdas? Señor sarcasmo.

-Estoy lejos tuyo, pero no me dijiste nada de no hablarte, nerviositos - responde entre risas -

-Bueno ya. Dónde me llevas? A Narnia? Nunca llegamos

-Narnia no existe. (me miró mal, como si yo fuese la rara Já)

-Ajá, ese es el chiste..

-Huy me saliste humorística y todo jajaja..

-YA CALLATE!! - respondí enojada, bastante -

-Está bien.. Huy - susurró-

Pasaron unos minutos y llegamos. Lo supe porque había una tienda para dormir allí, rastros de que hubo fogata la noche anterior, bolsos de aquí para allá..

Llegamos - dijo aquel extraño hombre, el cual no sabia su nombre -

-Oh, en serio? No me había dado, con todas estas chucherías aquí..

-suspiró - Y luego yo soy el sarcástico, da igual..

Haré una pequeña fogata - dijo - Sé que no vendrás así que puedes dormir en mi tienda me pondré cómodo aquí afuera - exaltó -

Fui a la tienda me acosté, lo único que quería era descansar...

Pasaron una hora más o menos, me levante. Lo ví a él sentado allí afuera, frente a la fogata, mirando hacia el lago, contemplado la naturaleza tal vez... En ese momento me sentí mal, lo traté mal todo el día y él hasta el momento no me ha tocado ni un pelo. No sé qué se me pasó por la cabeza pero.. Decidí ir junto a él.

-Supiré- Lo siento..

-Qué cosa nerviositos? - otra vez aquella suave voz-

-Pues.. Todo, te he tratado pésimo y sólo has querido ayudarme.. - Dije algo nerviosa y con un nudo en la garganta -

-Jaja, no importa.. ¿Cómo te llamas? Bueno para mí eres nerviositos..

-Emily, así me llamo, y tú!?

-Me llamo Bonafacio buenagente..

-Me quedé callada mirándolo -

-Noo, mentira. Isaac, así me llamo

-Ah, pues siento mucho todo lo sucedido.. Isaac.

-No importa, no importa - insistió -

Y dime Isaac ¿Qué haces por aquí en donde "está prohibido el paso"?

-Siempre vengo, cada que puedo claro.. Me agrada este lugar, como está prohibido la entrada, hay paz, solo la naturaleza y yo.. Bueno y ahora tú, sin gritos, ni personas sacándose fotos cada dos minutos, son tan superficiales y miserable esos seres, de veras, y por sobre todo no hay mujeres semi desnudas, exhibiendo su cuerpo, creyendo que es sexy o llamativo.

-Por Dios! - me dije a mi misma- Que ser más pacífico, más misterioso, intrigante e interesante, y tan único! Pero qué clase de hombre es lo que acabo de encontrar

Paz - respondí - También vengo en busca de eso, bueno no aquí exactamente.. Sino en la ciudad en sí. Es bonita, sencilla, insisto en eso..

-Tienes razón. Es un lugar muy tranquilo, por eso me gusta, por eso no me voy, ni lo haré, no hay lugar como este en el Mundo... Emily - me miró y sonrió -

-Su sonrisa.. Por alguna razón hizo que el Mundo se detuviera por un segundo. Era tan puro, no me había dado cuenta que tenia unos hermosos ojos café ¿Pero qué rayos te sucede Emily? Reacciona!!.. Ahm, bueno.. Yo... Agradezco el no haberme descuartizado, en serio!

-Descuartizado? -me miró y dijo- De dónde rayos sacaste eso?

-Es una larga historia.. Que no habrá tiempo de contar, porque tu fogata se va apagando.. Así que.. Fin, buenas noches.. Isaac. Hermoso y perfecto ser - pensé -

-Buenas noches Emily - respondió - Buenas - susurró - pero lo oí.

Hasta aquí el capítulo de hoy, espero que les haya gustado. Agradecería algún comentario, alguna crítica constructiva! Gracias! Su fiel escritora.. La Demente.