Encuentros 2: El Príncipe de los piratas y La Supernova

192 16 0
                                    

POV Autor:

Era un día tranquilo en el Grand Line, un hermoso cielo azul, sin nubes, una brisa refrescante, era perfecto para una siesta, pensaba un pelirrosa que trataba de dormir, pero cierta rubiecita no se lo dejaría tan fácil-

- ¡¡AAAAHHHH!! PERO QUE.... ¡ESO HA DOLIDO, RUBIA!-el niño se sobaba la cabeza y miraba de reojo a su atacante.

- ¿¡Cómo puedes dormir en un momento como este?! ¡ESTAMOS EN MEDIO DE LA NADA!

- Bueno no es que haya mucho que hacer, rubia, así que si quieres vigila tú y me despiertas cuando veas algo-se volteó y se recostó en el bote, quedándose dormido enseguida y roncando como marmota.

- Si será....... Mooooooooo, ¡¡idiota!!

Resoplándole a los mil demonios se sentó en el otro extremo del bote a esperar a llegar a una isla.

Llevamos una semana así, si no muelo a golpes a ese idiota la comida no hubiese durado ni un día- suspiró largamente-¿Cómo estarán los demás? Espero que estén bien, gemelos, chicas-se giró a ver al pelirrosa y en su rostro se formó una amarga sonrisa-Ojalá yo pudiera dormir con esa tranquilidad, si sólo "ella" no estuviese, todo sería mejor.

Todo estaba calmado hasta que sintió fuertes gritos a lo lejos-Esos no son gritos de auxilio... parecen más de... ¿guerra?-la pequeña despertó al dormilón, de un salto, el niño se puso alerta y observó todo a su alrededor.

- ¡Por allá!- señaló el niño- Son dos barcos y parece q están peleando entre ellos, debemos irnos de aquí, no podemos caer en una revuelta tan grande-pero justo cuando iba a remar contrario a los barcos se acercaba una flota de marines.

- ¡NO PODEMOS IR POR ALLÍ, SON MARINES, NOS MATARÁN O NOS ENCERRARÁN DE NUEVO!-la niña estaba histérica.

- No queda de otra, iremos hacia los barcos, con suerte los soldados se entretendrán con ellos y podremos escapar.

La rubia asintió y comenzaron a remar hacia la batalla. Los barcos eran gigantescos, los niños pensaban que debían ser personas importantes para tener semejantes buques pero no tuvieron mucho tiempo de observar, la pelea estaba subiendo de nivel y solo veían saltar hombres de un arco al otro entre gritos e insultos.

- Son piratas- dijo la niña.

- ¿Piratas?- una sonrisa estupefacta se formó en el rostro del pequeño-¡Entonces son enemigos de la marina! ¡Hay que avisarles que viene una flota!

- ¿EEEEEEHHHHHHHH?- vale que no se le cayó la mandíbula a la rubia por los huesos.

El niño cogió aire y con todas sus fuerzas gritó-¡PARAAAAAAAAAAAADDD! ¡VIENEN LOS MARINES! ¡VIENE UNA FLOTA DE MARINES!-seguía gritando con todas sus fuerzas hasta que los capitanes de ambos barcos se asoman y ven el bote.

- ¿Marines?- preguntó el capitán de uno de los barcos.

- Sí, por allá-señaló el niño-Son una flota grande y vienen rápido.

- Vaya, vaya- habló la capitana del otro barco- Se nos unen a la fiesta los perros jajaja. Supongo que terminaremos con esto después, Príncipe de los piratas.

- Así será, Supernova- respondió el joven.

- Bien. ¡¡TODOS, PREPÁRENSE PARA ATACAR A LOS MARINES, SERÁ UNA ALIANZA PARA DERROTARLES, VAMOS!!

- ¡¡Sí, CAPITÁN!!- respondieron los hombres.

Ambas tripulaciones regresaron a sus barcos y se prepararon para la batalla.

- Ustedes, suban, si os quedáis ahí pueden salir heridos- el joven capitán les subió a su barco- Poneos a salvo- fue lo último que les dijo y se puso al frente de sus hombres.

Bienvenida a casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora