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Frío...mucho frío...eso era lo único que pasaba por la cabeza de una rubia y una peliazul en estos momentos ¿Por qué diablos hay tanto frío? No conocían ese clima, siempre vivieron en un hábitat cálido, la isla en la que anclaron era invernal, los adultos del submarino estaban de buen humor, Bepo al ser un oso polar odiaba sudar como cerdo y Law al ser del North Blue le gustaba el invierno.
Penguin y Sachi lucían sus mismos monos de siempre, solo que estos eran para este tipo de ocasiones, Bepo caminaba como si nada y Law usaba un abrigo negro largo con su jolly roger y mullido en la parte de arriba.
Mavis llevaba una chaqueta de cuero negra y cambió sus sandalias por botas, Levy usaba un saco morado hasta las rodillas mullido con botas a juego. La taheña no pensaba igual, seguía con sus misma muda de ropa de siempre, solamente tomó su abrigo y salió, éste era negro y largo como el de Trafalgar, solo que con muchos picos, lo llevaba sobre los hombros y solo metió uno de sus brazos en una de las mangas, su otro brazo iba libre mostrando su brazalete dorado.
- ¿Es en serio?.....Aaaahhh.....al menos no le ha dado por maquillarse ni pintarse las uñas.....
Levy y Mavis en cuanto vieron el paisaje blanco y brillante quedaron hipnotizadas, era hermoso, todo cubierto de una enorme capa blanca y copos cayendo del cielo, salieron del submarino como alma que lleva el diablo y se tiraron en la nieve, hundiéndose un poco al ser tanta, Bepo se lanzó detrás de ellas y comenzaron a jugar, al principio haciendo ángeles, luego armando muñecos y finalmente cuando descubrieron que podían hacer bolas comenzaron a lanzarlas a diestra y siniestra y Bepo era el objetivo. Penguin y Sachi se unieron al juego y terminó siendo todos contra todos, Erza y Law solo observaban desde la distancia.
- Esto parece para largo, mejor vámonos, no me vendría mal un chocolate caliente- tomó su nodachi y se levantó.
- Sí, ya estoy aburrida de verlos, además, quiero un pastel de fresa.
Ambos de adentraron en el pueblo, Law no sólo quería tomar chocolate, quería ir a una herrería y pedir una espada para Erza, no podía seguir desarmada. Pararon en una dulcería y pidieron sus postres, era un sitio tranquilo y acogedor a pesar del frío que calaba los huesos.
Penguin y Mavis después de jugar un rato caminaron hacia la armería, la niña observaba todas las armas con curiosidad, el dependiente le miraba aterrorizado, la escena de una rubiecita enana empuñando y probando armas no irradiaba ternura, finalmente encontró dos cuchillas curvas, algo grandes para ella todavía pero ya crecería, la empuñadura era blanca con calaveras negras y el acero de las hojas era muy oscuro, se volteó hacia su padre y se las mostró con una sonrisa de satisfacción. Penguin pensaba que eran muy propias para ellas, teniendo los genes de cierto personaje no podía esperar otra cosa. Regresaron al puerto y encontraron a Levy lanzando bocanadas de fuego al aire y a Sachi celebrándole que ya lo hacía mejor, les escurrió una gotita de la nuca ante la escena.
Trafalgar ya había localizado la herrería, cuando cayera la noche iría a hacer su encargo, pensaba darle una sorpresa a la mocosa, esperaba picarle un poco ante la cara que pondría cuando le diera su nodachi y más cuando se diera cuenta del detalle que tendría esta, así que regresaron al submarino a cenar y con suerte no tendrían que apagar un nuevo incendio por culpa de Levy.
Eusstas Kid maldecía a todo lo que moviera ¿Una puta isla de invierno? Mierda.... Era ya de noche y el frío era más fuerte, Killer y Heat estaban a su lado y observaban la isla.
- Ésta isla es la más cercana a la del incendio, es posible que estén aquí. ¿Ya sabes qué le vas a decir a Trafalgar?
- Ni puta idea, Killer. De todas formas es tarde, mañana ya veremos qué hacer, vamos a un bar a beber.
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Bienvenida a casa
FanficEn medio de una explosión en un laboratorio de la marina escaparon siete sujetos de prueba buscando libertad de su vida de tortura y oscuridad pero cuatro de estos fueron creados para ser auténticas máquinas de matar, la mejor forma de ocultarse es...