Como empezó todo

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Era una tarde nublada como raramente ocurría en una ciudad conocida como "La ciudad atrapada por el sol". Las nubes eran oscuras, como si fuera a llover.

-Si claro, como si aquí lloviera- Dijo una joven estudiante con falda a cuadros rojos y patoles

-Vamos, estás viendo las nubes, sabes que va a llover- Contesto un joven rubio, poco atractivo y de la misma estatura que la joven, este con pantalón café, el uniforme masculino.

-Pues entonces tenemos que darnos prisa y para alcanzar a subirnos al camino-

-Apúrate entonces Janina! - dijo el chico adelantándose

-No me digas así! ¡Me llamo Jane! Tarado - Grito la joven – para empezar, no sé porque me junto con él. -pensó para sí misma

Jane había conocido al joven Dariel al ingresar a la preparatoria, y ella decía que el único motivo por el que le hablaba, además de ir en el mismo salón, siempre se encontraban en la mañana para tomar el camión puesto que vivían a una cuadra de distancia, solo que como la madre de Jane era muy sobre protectora, ella no salía fuera de la calle donde vivía. Jane había tratado de que no se juntara con ella, pero parecía decidido a ser su amigo, o al menos a que fuera ella quien escuchara sus pato-aventuras aun en contra de su voluntad.

-Corre! Ahí viene el camión! ¡Se nos va a pasar! – Grito Dariel

-Páralo! - alcanzo a decir entre jadeos su compañera por haber corrido.

Después de correr por fin alcanzaron a subir al camión, el cual iba atestado de gente, al ser la hora de la salida de la escuela, los camiones siempre se llenaban de gente al grado que muchos de los que quisieron hacer la parada después se vieron con la pena de ver pasar el camión sin que se detuviera, como era habitual.

-Menos mal que vinimos hasta acá, si no, no hubiéramos alcanzado lugar. - Dijo la chica aun un poco agitada

-Ves, pero no haces caso Janina-

-Para que discuto contigo- Dijo con desenfado

Después de una hora de viaje al fin llegaron al fraccionamiento donde vivían, cada quien tomo rumbo para su casa.

-Ya llegué- Anunció la chica al entrar a la casa y dejando la mochila aun lado del sillón de la sala.

-Qué bueno hija, ¿Cómo te fue? - Pregunto su madre, una mujer un poco mayor, de pelo corto negro, que aun traía el delantal puesto de haber hecho la comida.

-Bien- contesto con flojera – tengo mucha tarea

-Pues ponte a hacerla de una vez, iré a descansar un rato antes de ir a trabajar-

-Está bien-

Jane, era como cualquier otra chica, bueno como cualquier otra chica freak, le gustaba vestir de negro la mayor parte del tiempo, es poco femenina, extremadamente curiosa, escandalosa, le gustan los videojuegos, el anime, arreglar cosas, es una cursi empedernida, nunca ha tenido un novio formal, le gusta el rock, aunque aún lo está descubriendo. Suele deprimirse muy seguido, pero es parte de la adolescencia, pero para sus 16 años tiende a ser más madura que los demás jóvenes de su edad, aunque no en todo. Aún no sabe lo que quiere de la vida, sabe que quiere estudiar, actualmente estudia electrónica en la preparatoria como carrera técnica, por lo que sus compañeros de grupo son en su mayoría hombres.

-Ya llegó el bodoque? – pregunto la hermana mayor de Jane

-Sí, ya llegué- contesto mientras sacaba su material de trabajo de la escuela

Amelia es la hermana más grande de Jane, la cual es más grande que ella por 20 años, es muy madura, pero no solo por su edad, sino que siempre ha sido así. Le gusta la ciencia ficción, lo que Jane considera raro para una mujer de su generación. Se llevan bien, pero la diferencia de edad crea una brecha un tanto grande, aunque Amelia siempre le sigue el rollo a Jane en cuanto a series de anime, aunque no sean para nada de su agrado.

-Marcio ya se despertó? - pregunto jane

-No, aun ronca- Dijo su hermana en lo que se sentaba en uno de los sillones

Marció es el hermano mayor de Jane, el único hombre de la familia, además de su padre, como trabaja de noche, al igual que su madre, aun no se levantaba, es un tanto gruñón, pero siempre ha sido el más generoso de sus hermanos, y el más preocupado, aunque él siempre lo niegue. Es de las personas que no despiertan de buenas, pero quiere mucho a sus hermanas y a sus padres.

En la noche, después de que su madre y hermano se fueron, Jane se sentó enfrente de la computadora de escritorio para conectarse con a la plataforma de mensajes instantáneos, todos los jóvenes de esa edad, manejaban el chat, y Jane siempre platicaba con sus mismos compañeros de clase y algunos amigos de la secundaria a los cuales aún les hablaba.

Jane abrió una ventana de chat

Jane: -Hola Chase-

Chase: -Hola n.n-

Jane: -que has hecho?

Chase: -Pues, estar jugando con Tapia aquí en la casa-

Jane: -oh, este...-

Chase. -o.o pasa algo?-

Jane: No nada, quería saber si habías hecho la tarea de Controladores lógicos

Chase: a, si, ¿ocupas que te explique algo?

Jane: si, ¿te molestaría ayudarme mañana?

Chase: no, para nada n.n

Jane: Yay, gracias :D

Chase: Bueno nos vemos

Jane: Bye

"Chase se desconectó"

A Jane le gustaba Chase, pero no sabía si era reciproco, era muy amable, y alto, muy alto, moreno y a Jane le parecía gracioso, hacerlo enojar era su pasatiempo favorito.

Al día siguiente, Chase no tuvo tiempo de ayudar a Jane, ya que no tuvieron casi recesos. Al salir de la escuela, Jane logro zafarse de Dariel, aparentemente él tenía otros planes, así Jane podía esperar a que llegara su mejor amiga de la secundaria, Serena.

Serena era su mejor amiga desde primer año de secundaria, a Jane le costaba trabajo hacer amigos en esa época, y fue un alivio conocer a Serena. Esta joven es de cabello castaño, largo, muy largo, es casi igual de "loca" que Jane, cuando cursaban la secundaria se les ocurrió una vez mesclar los Churritos con chile de Jane con las pasas cubiertas de chocolate de Serena, ante la cara de desconcierto de sus compañeros ellas así las comían. Serena siempre le ha gustado mucho dibujar, Jane conserva todos los dibujos que ella le regala. La amiga de Jane, es muy inquieta, ya corre para un lado luego para el otro.

-Jany!!!- Serena corrió a abrazar a su amiga

Jane y Serena se inscribieron a la misma escuela, pero Serena quedo en la tarde, así que verse era muy difícil, pero hacían lo posible por verse, a veces se dejaban cartas en algún lugar de la escuela y más por lo que implicaba esconder recaditos, ya que de noche platicaban por chat.

-Serena!!- abrazo con afecto a su amiga -A-di-vi-na-

- ¿que? -

-Te traje un regalo-

- ¿Qué es? ¿qué es? -

-ten- Jane le extendió un manga que trataba de un samurái que paso de ser asesino a ser un simple vagabundo

-que genial!!-

-Jejeje, que bueno que te gusto-

-Oye, Jany, ¿iras a la convención? –

-sí, ya tengo permiso, el domingo en vez de que mi hermana me lleve a casa después de cuidar a mis sobrinos me dejara ahí-

-Yo no podré ir- dijo con tristeza

-ay-

Los Amores de JaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora