Salimos de la casa y afuera se encontraba un Mini Cooper rojo.
-¿Miedo?
-¿Por qué? ¿Por el bonito coche de juguete de ahí? -dije rodando los ojos-
-Entonces por qué te quedas parada?- preguntó sarcasticamente.
Comencé a caminar hacia la puerta del auto cuando Sebastian se adelantó y abrió la puerta moviendo una de sus manos indicando que entrara, cerró la puerta y subió al auto.- ¿A dónde vamos?- pregunté
- Ya lo verás- fue lo único que respondió, aceleró y manejó por la ciudad, se estacionó y bajó para abrir mi puerta y ayudarme a bajar del auto, nos encontramos frente a uno de los restaurantes más populares y con más prestigio de la ciudad.-¿Es aquí?- pregunté incrédula, él sólo se limito a sonreír y a ofrecerme su brazo para caminar, lo acepte y así entramos al restaurante.
-Ahora vuelvo- se acercó al recepcionista del lugar y susurró algunas palabras que no alcance a escuchar , giro a verme e hizo un ademán para que me acercara, me acerqué a él.
-Todo listo señorita.
Me guio hacia un elevador y apretó el botón del último piso, nos mantuvimos en silencio y cuando las puertas del elevador Se abrieron pude observar una hermosa vista a través de el gran ventanal que se encontraba frente a mí también, me percaté de que sólo había una mesa
ahí, me puse un poco nerviosa.
-Qué es esto?
-Una cita
-Si, pero porque solo hay una mesa?
- Porque tú mereces lo mejor- comienzo a caminar y se acercó a una de las sillas y la abrio para que me sentara.
-Qué te gustaria cenar?- pregunto pasandome la carta, en realidad no tenia hambre, pero no podia ser grosera-Hmmmm-
A si que no sabes -rio por lo bajo-vale ya se que te podria encantar, llamo al mecero y le dijo unas cuantas palabras.
-Es muy hermosa- dije mirando la vista que ofrecia el ventanal
-No tanto como tu- ehh?
-Sebastian? Qué dices?- respondi un poco sonrrojada y a la vez molesta
-Solo la verdad- se encogió de hombros sonriendo de forma divertida.
Gire a verlo y me encontré que él estaba observándome me puse nerviosa y por primera vez lo observé con detenimiento ese día llevaba un traje color negro el cual hacía que sus ojos y complexión resaltaran de forma exelente ,mirada divertida, labios delgados, facciones finas, su cabello estaba revuelto lo cual hacía ver mucho mejor, su expresión era tierna y no pude evitar sonreír.
-De que ries?
-De nada-Segui viendo la vista
-Hora de comer señorita.
Me acerqué en la mesa y tome asiento, comimos en silencio, pero era un silencio tranquilo, pacifico, fue gentil, amable y dulce, salimos del restaurante y me llevo a casa, nos encontrabamos en la puerta.
-Buenas noches Becca
-Descansa Sebastian
-Gracias por aceptar salir con migo
-Fue divertido-admiti
-Espero que se repita- sonrrio y senti mi estomago revuelto
-Estas bien?
-Si, gracias por lo de hoy, tambien espero que se repita-dije con sinceridad.
Se acerco a mi oído y susurro
-Sueña conmigo - se alejo con una sonrisa engreída en el rostro, el Sebastian que yo conocía había llegado
-Claro querido! -exclame mofandome de su comentario.
Me dedico otra sonrrisa y se fue.Subi a mi habitación, me desmaquille, cambie y fui a dormir.

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Y todo cambio
Aléatoire-¿Qué piensas cuando estoy frente a ti? -Ya no se que pensar -respondi con la mirada baja- -Entiendo -dijo el en un susurro-