Y todo cambio

Capitulo VIII

Subimos al auto de mamá y nos dirigimos a una pizzería que quedaba cerca.

- Y dime Sebastian, ¿cómo se porta mi hija?

-Excelente, no había conocido a persona tan responsable.

Ugh, claro, por lo menos no me estaba dejando en mal, no sé porque mi mamá tuvo que preguntarle si quería venir.
Llegamos a la pizzería y Sebastian como el GRAN "caballero" que es abrió la puerta de mamá y la mía para salir.

-Que chico tan educado, siempre de digo a mi hija que busque a un chico así como novio.

-Gracias señora, yo podría ser su novio, pero su hija siempre rechaza mis sentimientos.

¿Ahora qué hago?, tragame tierra, esto no puede estar peor, mi única opción es fingir demencia y eso es justo lo que haré. Camino rápidamente hacia la pizzería y tomó asiento, esperando a que mamá y el torpe lleguen.

Les observo entrar mientras siguen platicando, es totalmente molesto ver cómo ese pequeño demonio envuelve a mamá con palabras bonitas, digo, no es como que gane puntos conmigo por ser bueno con ella, en fin ya no sé ni lo que digo.

-Cariño- dice mamá sonriéndome con ternura- ¿qué pedimos? Hoy es un día especial, así que decide.

Una mesera se acerca a nosotros para pedir la orden, esperaba la típica escena de coqueteo hacia el chico que tengo sentado enfrente, pero curiosamente no pasa nada, meh, tal vez solo es un día extraño, ordene la comida y comencé a observar el lugar, era más interesante que socializar con la pequeña molestia.

-¡Rebecca!

Grita mi madre, doy un respingo y la miro  confundida.

-¿Qué pasó mamá?, ¿Por qué has gritado?

-Llevamos hablándote desde hace un tiempo y lo único que haces es ignorar la conversación.

-Perdona mamá -eigo realmente arrepentida, hace mucho que no la veo, debo de comportarme mejor.

-Anda Becky -dice Sebastián con burla -no te vamos a comer si hablas.

No es necesario mencionar que el comentario me hizo enojar bastante, pero me resigne y suspiré.

-Vale, vale- sonreí y comencé a hablar.

La noche acabo bien, platiqué con ambos y sin peleas. Después d la cena regresamos a casa, Sebastian se retiró así que solo quedábamos mamá y yo.

-Mami te extrañé mucho- digo feliz.

Ella me abraza con una fuerza que no recordaba que tuviese, entonces todo comenzó a volverse oscuro.

-Descansa pequeña - escuché de una voz extraña antes de caer dormida.

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Hace muchísimo que no escribía, de verdad espero que les guste, aunque dudo que alguien siga leyendo este libro gracias a que lo dejé de escribir por mucho tiempo ;-;

Igual no pierdo nada con seguir publicandolo, en fin, gracias por leer c;