La aventura

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Mijael era un niño de un pueblo llamado Dark Sky, un pueblo sombrío y monótono. Tenia un par de amigos con los que pasaba tiempos increíbles. Pero el defecto de este niño era su curiosidad. 

Todos los adultos de Dark Sky sabían de la norma de las 21:00. La norma consistía en que luego pasada esa hora ya nadie podría estar en las calles, por un motivo que era desconocido, si estabas era porque tenias un pase, pero si no era por curioso. Igualmente nadie se atrevía a salir luego de esa hora.

Mijael de niño hacia caso, el no discutía pero le quedaba siempre un gustito de intriga por el exterior al anochecer.

Así que fue creciendo y su intriga y curiosidad empezaron a apoderarse de el. Un día de otoño y aprovechando que sus padres se habían ido fuera del pueblo de vacaciones, decidió terminar con el misterio.

Toda la semana había planeado como lo haría y con quienes, en su lista de candidatos para acompañarlo estaban sus 3 mejores amigos, Max, Albert y Hans.

Cada tarde se juntaban en la casa de Mijael a arreglar y a planear como se llevaría a cabo. Llegaron a la conclusión de hacerlo un día sábado, después de las 21:15 partirían desde la casa de Mijael. Iban a recorrer toda la ciudad que de por si conocían de día pero de noche era como un diamante embruto,una incógnita algo que si o si precisaban ver con sus ojos.

Llevarían cámaras de fotos, y una vídeo-grabadora para filmar todo lo que veían y que luego subirían a Internet. Llevarían provisiones y otros chiches que servirían para pasar la noche.

Paso el jueves y las ansias empezaron a surgir. Ya no podía conciliar el sueño el pobre de Mijael, siempre estaba pensando como seria la aventura o con que se toparían, daba vueltas y vueltas pero no podía dormirse.

Paso el viernes y ya estaba todo listo, al volver del colegio se fue a duchar y mientras merendaba anotaba en su cuaderno con forro de guerra los pasos que iba a seguir y sentía que esto iba a ser una gran aventura digna de una portada de diario.

Los habitantes del pueblo de Dark Sky eran gente muy sumisa,muy callada y algo perturbada,todos desconfiaban de todos y todos tenían secretos que escondían a muerte, su mirada era fría e intimidatoria, pero aun así a Mijael le daba igual puesto que ni el,ni sus amigos y sus padres eran así. Solamente los habitantes que pasaron mas tiempo, es decir, el 75% de ellos que vivían allí hace mas de 30 años eran así, el otro 25% que tenían 10 o 15 años viviendo allí también,era gente normal o casi normal.

Mientras Mijael merendaba la chocolatada con las galletas de chips de chocolate sonó el teléfono, eran sus padres. El estaba tan atracado con las galletas que atendió con un Hmmm y dejo que hablaran ellos, a preguntas el decía onomatopeyas, hasta que termino, se disculpo y empezó a relatarle como le había ido al colegio y otras chácharas pero de su plan no dijo palabras. Sus padres le contaron como la estaban pasando en las vacaciones y todo eso, entre que la madre hablo y contó lo que hicieron y planean hacer, tocaron el timbre, Mijael grito-: YA VAAAAAA, ella pregunto quien era y el dijo que no sabia, así que lo ultimo que le advirtio a Mijael fue la norma de las 21:00, que volverían la semana entrante, que lo querían,que se cuidara y el les dijo-: Igualmente.

Mijael naturalmente ya sabia quien era el del timbre pero para ahorrarse la explicación a su madre,negó saberlo. Así que colgó y corriendo fue a abrir la puerta, Hans ya había llegado, pasarían la noche juntos. Max y Albert vendrían el sábado a la tarde para emprender juntos la aventura.

Mijael con sus 17 años ya era alguien muy maduro,sabia a que peligro se enfrentaba pero aun así quería descubrir que escondía la noche y porque nadie nunca fue a investigar.

Esta alocada aventura la venia pensando desde los 14 años.

Investigando a la noche por Internet encontró un articulo que hablaba justamente de su pueblo y de un aventurero que desapareció hace mas de 30 años en esos lugares al anochecer y lo único que se encontró fue una bota y su documentación.Se trataba de Paul Fredman que nunca mas se lo vio.

El señor Fredman era un señor algo extraño, nadie sabia porque nunca mas se lo busco. Habia una foto del señor este, tenia pelo castaño, su estatura era de 1,80 mts. En la foto se podía ver su traje especial de aventura y un pin dorado que resaltaba entre toda esa ropa negra.

Mijael le hizo zoom y se trataba de un trébol de 4 hojas totalmente de oro. 

El le contó la historia a Hans pero este no le creyó ninguna palabra así que convenció a Mijael que eran desvarios de alguien que estaba hipermente aburrido.

Comieron pizza y vieron una película de ficción. Antes de acostarse sonó el teléfono Mijael atendió pero no se escuchaba a nadie del otro lado, así que colgó y luego de charlas sobre las películas se durmieron con ansias de la aventura del sábado.

Ya habían acordado salir a las 21:15 rumbo a la aventura y volver al amanecer.

Al otro día después del almuerzo y luego de una tanda de The Simpsons llegaron Albert y Max preparados con sus provisiones,sus ansias y nervios.

Paso las 19:00 cada uno llamo a su casa para avisar y dejar parte de que pasarían la noche en casa de Mijael. Naturalmente los padres ya lo sabían pero igual no dejaron de llamarlos. Mijael llamo a sus padres para avisarles que no lo llamaran a la noche porque iba a estar con sus amigos viendo películas.

Todos se reían de la gran mentira que habían armado y se pusieron a repasar las tácticas de aventura, y anotaban todo lo que iban a buscar en el bosque para traer y analizar luego.

A las 20:45 ya las ansias no podían contenerse, se miraron triunfantes y orgullosos, se abrazaron por la aventura que estarían por tener.

21:05 todos se preparaban para salir, mochilas al hombro, mapa y linternas en mano y los nervios que los hacían temblar.

Salieron los cuatro, miraron a todos lados, la ciudad parecía abandonada. En las calles no había nadie, ni siquiera un auto mostraba su presencia, el silencio era algo con lo que tenían que lidiar a partir de ahora.

Sacaron varias fotos, la típica ''selfie'' no podía faltar. Ya estaban sintiendo la adrenalina.

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