Can I see you? // Thorki

VI

La habitación de Loki estaba vacía excepto por los sonidos que provenían del alto dios sentado en la cama, sollozando.

Todos eran iguales.

Gofrados, pequeños puntos en ellos.

Y entre más Thor miraba en la habitación, más cosas que lo molestaban encontraba.

Detrás del vestidor de Loki yacía un largo y solido palo.

Thor siempre pensó que Loki era ordenado, pero observando la condición perfectamente ordenada y limpia de la habitación, todo eso se transformaba en ira sobre él.

Había pequeños puntos en todas partes.

Thor nunca los había visto, nunca se había tomado el tiempo de notar nada más que la obsesivamente limpia habitación. Las puertas tenían puntos, el guardarropa. Ocultos en los diseños de madera inteligentemente, tanto que Thor nunca los habría notado si no los hubiera visto antes en el libro.

Fue más allá, había puntos en el baño: una fila de ellos en la bañera, el lavabo, los pequeños gabinetes, en todas partes. Cuando Thor caminó a su estudio encontró más. Todo estaba organizado, en su lugar, nada desacomodado, nada que pudiera hacer la vida de Loki... difícil.

Líneas de putos en los pergaminos que Loki nunca le permitió tocar, en el fondo de las botellas que Loki usaba en sus experimentos, pequeños bultos en las puertas y gabinetes que estaban en las paredes. Y lo más desgarrador...

Puntos en una larga hoja, formas de runas y cartas que debían ser para ayudar a Loki a escribirle todas esas cartas cuando él no estaba.

Thor sintió un nudo en su garganta y el libro que sostenía cayó de su mano hasta el suelo. Mordió su labio, miró alrededor.

Era verdad.

Así de envuelto estaba en su propia vida que no lo notó.

Nunca lo notó y ahora era todo lo que podía ver.

Loki no cabalgaba, no le gustaba cuando Thor lo arrastraba a los viajes de cacería, donde normalmente terminaba perdido hasta que Thor lo encontraba.

Él vio como a Loki no le molestaba el sol, lo miró entrenar con su madre en lugar de con su padre. Eso fue después de su viaje a Vanahiem, cuando Loki regresó para ver a Frigga en lugar de Odín. Su padre no le había dado una respuesta verdadera a ello.

Se fue su aliento y bajó su mirada hasta el libro.

Gentilmente, se agachó y lo recogió, desempolvándolo antes de caminar de regreso. Acomodó todos los libros en el lugar exacto de donde los tomó, hizo la cama de Loki y salió de la habitación, cerrando y bloqueando la puerta detrás de él.