Poeta en abandono

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Despierta una mañana,
Con sus ganas obvias de ser diferente,
Con su pantalón rasgado y su camisa a botones,
Un saco con sus codos parcheados,
Despierta en esa mañana en que todo estaba con ganas de ser igual,
De esas mañanas en que un mundo lleno de sarcasmos inéditos luchaba por sobrevivir,
Despierta una mañana,
De esas en las que la ignorancia estaba a punto de cuestionarlo,
Esa ignorancia maldita que espera un momento así para burlarse de sus palabras,
Despierta en el alba de un día en el que las nubes ya espontáneamente le brindaban un día soleado,
Aunque es un hombre aún tiene algo de niño,
Y jugó el con su sonrisa,
Con su fleco de cabello crespo y sus ganas de ser diferente,
Despierta en su habitación sólo y sin amores que le preparan desayunos,
Pero como todos los días,
El tiene un amor a quien escribirle de desprecios, de amores, de tristezas, de sexo, de el, de ellos, de todos,
Despierta un poeta bajo los dulces aromas del placer de escribir.

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