Buenos días, mis queridos santos. Hoy hace un dia espectacular y he pensado que podríamos irnos de vacaciones a alguna isla desierta. ¿Qué os parece?
- Pero Diosa Atenea, el Santuario sigue en ruinas tras la guerra contra Hades.
- Por eso ustedes los caballeros de oro se encargarán de reconstruirlo mientras yo y mis santos de bronce nos tomamos un merecido descanso por salvar el mundo.
- ¿Es en serio? ¿De veras nos vamos de vacaciones a la playa? - preguntó Jabu del Unicornio desbordante de ilusión y entusiasmo.
- Jabu, no te... - empezó a decir su buen amigo Nachi del Lobo cuando el rubio empezó a dar saltitos diciendo "Toma, toma, toma, toma."- ...ilusiones.- finalizó ante las gotitas de sudor de unos y las miradas divertidas de otros como era el caso de...el perro sarnoso y chacal autoproclamado como "Salvador del Mundo" Seiya de Pegaso, que cortó la euforia de su amigo diciendo "Jabu, creo que se refiere a nosotros."
Lo siguiente que pudo recordar fue la mirada asesina de su amigo y a los otros siete caballeros de bronce intentando sujetarlo para evitar que cometiera una masacre.
- ¡Dejadme pasar! ¡De esta lo cago!¡Lo cago a patadas! - oía que decía. Por suerte, Saori bajó de su trono y se puso entre Jabu y Seiya, impidiendo la confrontación y aplacando el furor de su amigo.
- Jabu, ven conmigo. - dijo la diosa antes de encaminarse hacia una puerta situada en un lateral de la sala seguido por el bronceado.
- Ufff, estuvo cerca. - dijo más de un bronceado cuando ambos pasaron y cerraron la puerta.
- Diablos, Seiya. ¿Porqué siempre tienes que provocarle? - oyó que sermoneaba Shiryu del dragón.
- No soy yo, es él que se pica muy rápido.
- Pero no está bien. ¿Acaso te gustaría que te hicieran lo mismo?
- No, pero...
- Ese no es el punto, Seiya. El punto es que ahora posiblemente reciba alguna compensación que a ti no te guste y que a él lo haga comportarse de forma todavía más altiva.
- ¿Cómo qué?
- No sé. Una piscina nueva, una nueva localización para la cabaña Pallas que dirige,trasladar su nueva mansión al Pireo,...
- Sii, gracias diosa Athena.
- ¿Qué ha sido esta vez, Jabu?
- No os lo vais a creer. Me ha nombrado supervisor de las obras de reparación del Santuario. Mientras el idiota y sus amigos se van de vacaciones a alguna playa desierta.
Ejem - carraspearon todos menos Seiya.
- No he dicho que fuerais idiotas sólo que hay que estar desesperado para ser amigo de él. - explicó señalando al de Pegaso
- ¿Quieres morir, señorito calzonazos?
- Después de ti, burro con alas.
- Oh vamos, chicos. No os peleeis, no vale la pena.
- Tú a callar, niño de mamá.
- ¿Qué dijiste?¿Cómo lo llamaste? - dijo una profunda voz de hombre acompañada de una abrumadora presencia que, para la mayoría de los presentes, no dejaba lugar a dudas acerca de la identidad del que hablaba. Era Ikki del Fénix vistiendo su armadura naranja y dorada como un pequeño sol. - ¿Qué estabas diciendo de mi hermano y su madre?
- I-Ikki, que-qué so-so-sorpresa. Po-por supuesto que no me e-estaba metiendo con tu hermano. Es decir ¿Qu- qué idiota ha-haría algo así?. So-sólo estabamos...ya sabes...bromeando. Es un apelativo cariñoso ¿verdad, Shun? -
- Tiene razón, Ikki. Sólo estaba bromeando.
- Espero que tengas razón, Jabu. Porque de lo contrario...
- S-s-sí, lo que tú digas.-
- Shun, eres muy blando. Deberías empezar a hacerte respetar tú mismo. -
- Eso sucederá el día que tú dejes de hacerlo por mi.
- Bueno, ahora que te vas de vacaciones quizás puedas practicar con esos tres.
- ¿Significa eso que no vas a venir con nosotros?
- Así es.
- ¿Porqué?
-Tengo... mucho que hacer. Entrenar, visitar la Isla de Esmeralda, espantar a los posibles turistas indeseados,...
- Pero yo quiero que vengas. Hace mucho que no pasamos tiempo juntos para algo más que salvar a Atenea.
- Díselo a ella, que no para de meterse en problemas. Además...
- Entonces, ¿vendrás con nosotros? - preguntó Saori en dirección a los dos hermanos.
-En realidad,... - empezó a decir Ikki mientras se preparaba la larga lista de razones por las que no podía, mejor dicho, no quería ir.
- Va a venir con nosotros. - dijo Shun cortando de raíz la posiblemente larga lista de excusas que podía estar maquinando su hermano.
- Perfecto, entonces empezad a hacer las maletas. Nos vemos en el muelle 12 de Atenas dentro de dos horas. -
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- ¿Porqué has hecho eso, Shun? Te dije que no pensaba ir con vosotros. -
- Por demostrar que puedo imponerme sin problemas. -
- ¿Y no has pensado que eso carece de sentido si tenemos en cuenta que soy tu hermano? Sencillamente no creo que seas así, ¿cuál es realmente la razón para esto? -
- Que echo de menos tu sonrisa, la despreocupación en tu voz, tu presencia, ese brillo alegre en tu mirada,... en resumen, quiero a mi hermano de vuelta.
- ¿Mi presencia? Pero si estoy siempre a tu lado y sabes que me preocupo por ti.
- No me refiero a eso. No hablo de ti siguiéndome como una sombra como haces siempre. Me refiero al verte a mi lado. Saber que estás ahí. Que puedo abrir los ojos cada mañana y verte junto a mí. Que estás aquí conmigo y los demás. -
- Shun, ya hemos hablado de esto ¿acaso no entiendes que no hay otra forma?¿Que esto es lo más cerca que estaremos de ser hermanos?¿Que ya no puedo...?
- ¿Que no puedes qué?¿Amar?¿Querer?¿Sentir nada?¿Tan vacío estás de sentimientos que ya no te importa nada ni nadie más que tú y tus problemas? -
- Eso no es verdad y tú lo sabes Shun de Andrómeda. Sabes que tú eres lo más importante en mi vida.
- Si es así dime porqué no quieres venir conmigo y los chicos. Es cierto que va Seiya y es muy cargante pero también van Shiryu y Hyoga que ellos son distintos, serios y con los pies en la tierra. Además Hyoga es de otra clase. Él puede entender lo que significa tu pérdida. Él perdió a su madre, a Camus y a Isaac quienes eran poco más que su única familia en este mundo. Por favor, dale una oportunidad. Por mí. -
- Ya, pero Shiryu es un idiota con una vida perfecta y Hyoga...le puedo conceder lo de entender qué significa perder a alguien querido pero él tiene novia y no puedo soportarlo. Espero que no la traiga, pero bueno, en cualquier caso... Está bien. Lo haré. Pero no me pidas que haga nada avergonzante.
- Estás dispuesto a prometerme que no saldrás corriendo. -
- Por supuesto. -
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- Ten mucho cuidado, Hyoga. No me fío mucho de estas "vacaciones" que propone Saori Atenea. Seguro que os mete en algún lío del que tendréis que sacarla o libraros. -
- No sé yo si será necesario preocuparse, maestro. Julian Solo no da signos de haber recobrado el poder de Poseidón y además, vamos a una isla desierta. No creo que haya ningún riesgo de ataques. El único peligro que se me ocurre es que me obliguen a actuar de dispensador de hielo y por tanto me vea obligado a manchar la reputación del signo de Acuario por petición divina. -
- Si tu supieras las cosas degradantes que he hecho con los chicos en Rodorio no te preocuparía tanto el manchar la reputación de Acuario. Bueno, tú no te preocupes por eso y hazme un favor. -
- Lo que sea, Mentor -
- Quiero que lleves contigo una armadura. -
- Pero maestro... -
- Si, lo sé. Sé que quizás no la necesites, que Julian Solo no parece recordar que fue Poseidón, pero insisto en que me da mala espina estas vacaciones y que es mejor que te sobre a que la eches en falta si sucede algo inesperado. Aunque lo de sobrar no creo que sea problema ahora que viene sellada dentro de un colgante y puedes llevarlo sin levantar sospechas. Hazlo aunque sólo sea por darme el gusto a mí y porque me quede más tranquilo. Aunque sea, llévate la tuya del Cisne y así me despreocupo por Acuario. -
- Está bien. Tú ganas. La llevaré, maestro. -
- Más te vale no intentar engañarme. Sabré si la llevas.
- Vale, Maestro. -
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Shiryu y Dohko fueron los primeros en llegar al puerto, haciendo una carrera libre desde la entrada del Santuario al muelle atravesando la ciudad de Atenas.
- Oh, vamos, Shiryu no me digas que ya te cansaste de correr. Que esto sólo ha sido un paseíllo. - dijo Dohko una vez llegó al puerto y no vio detrás suyo al caballero.
- En realidad, Tong-hu laoshi, es usted quien llega de último. - le contestó Shiryu desde lo alto de la alambrada del puerto.
- Muy bien, ya me empezaba a sentir decepcionado contigo pero, una vez más, has superado mis expectativas. Te felicito. Venga, busquemos el muelle y el barco. -
- Enseguida, laoshi. Pero antes debo ir al baño a ya sabes qué. -
- A saber lo que le ocurre para tener que ir al baño. Claro, no pasa nada. Ve. -
- Ay, diablos. Había oído que desde que es joven de nuevo corría más rápido, pegaba más fuerte y básicamente superaba en todo lo que es físico al resto de caballeros de oro pero esto simplemente se lleva la palma. - se decía Shiryu mientras se metía en un callejón oscuro conteniendo las arcadas del vómito que no tardó en hacer su aparición - ¡BLURG! - vomitó todo el desayuno. - Ay, suerte que ese último edificio era lo suficientemente alto para realizar la técnica de vuelo del Dragón y aterrizar suavemente encima de la alambrada porque sino, no hubiera podido ganarle. - Shiryu, ¿qué haces aquí? - oyó a su espalda.
- Hola, Shun. ¿Ya habéis llegado al muelle? -
- Ikki y yo, sí. Él está aún haciéndose a la idea de hacerse a la mar e irse de vacaciones con nosotros. Temo que pueda hacer alguna tontería pero en fin, espero que tú y Hyoga podáis ayudarme a hacerle más llevadero el trago y vigilarlo por si acaso.
- Por mí de acuerdo. Eso hará más interesante estos días de asueto que tendremos. Porque supongo que Saori pretenderá que sean más de un día allá.
- Por cierto, ¿que hacías vomitando aquí?
- Tong-hu me desafió a una carrera libre por la ciudad y eso era mi desayuno. - contestó señalando el zumo de jugos gástricos del suelo.
- Fue muy intenso ¿no?
- Está loco, casi me mato siguiendo su ritmo en el último sprint.
- Al menos estás mejor ya ¿no?
- Si, vamos con el resto.
En la alambrada esperaban Ikki, de brazos cruzados y apoyado en su maleta; Dohko haciendo el pino sobre dos dedos encima de un cajón y Atenea acompañada de dos invitadas inesperadas y Orpheus de Lira. Una era Shaina, reconocible por su melena verde y sus uñas largas como garras. La otra, de cuerpo escultural y pelo cobrizo, resultaba una desconocida.
- Shiryu, ¿dónde estabas? Me tenías preocupado. No creí que estarías tan agotado después de esa pequeña carrerita por Atenas. - le habló Dohko saltando desde el cajón al suelo con una elegancia propia de un felino.
- ¿Llama caminata a los casi 20 kilómetros que hay desde Atenas al Santuario, Anciano Maestro? - se oyó preguntar a Camus, que acababa de llegar junto a su discípulo al puerto.
- Por supuesto, eso se hace en no menos de 10 - 15 minutos. - respondió Dohko sacando pecho muy ufano.
- Es casi una hora para los que lo hacemos a paso humano normal. Bueno, casi normal. - replicó Camus con indiferencia - ¿Seguro que es bueno forzar así el cuerpo? Porque imagino que lo hicisteis sin usar cosmos ¿verdad?
- ¿Y Seiya dónde está? - preguntó de pronto la desconocida.
- Seguro que se ha perdido o se ha quedado dormido. - contestó casi con indiferencia Shaina.
- No, ahí viene. - dijo Saori mirando a algún punto en el cielo donde se podía apreciar un pequeño fulgor dorado que rápidamente empezó a adquirir forma. Se definieron dos cuerpos, luego unas alas encima de una de las figuras, un bulto debajo de la otra y, finalmente se empezó a escuchar una especie de coro cantando "Aaaleluya, aaaleluya, Aleluya, Aleluya, Aleeluuyaa"
- Y al fin llegamos. - dijo la figura con alas de oro depositando, más bien dejando caer al suelo, al chico vestido de rojo que llevaba en brazos.
- ¿Diga? - preguntó la figura alada sentándose encima del cajón sobre el que Dohko había estado haciendo el pino.
- ¿Es que estás tonto, Aioros? Te dije con suavidad. - le gritó Seiya levantándose del suelo rojo como un tomate.
- Era una llamada de Marín pero parece que se ha cortado. - contestó el caballero dorado bajando del cajón - En fin, diosa Athena. Aquí está vuestro leal servidor Seiya de Pegaso. - añadió tras aterrizar frente a Saori y arrodillarse.
- Gracias, Aioros. Puedes irte. Y nosotros vamos al barco que casi es hora de embarcar.Y con esto están los cinco grupos listos para la aventura. Espero que el próximo capítulo no demore tanto como éste. Puedo decir que ha quedado excesivamente largo (son exactamente 2155 palabras). Espero que os guste y que la espera haya valido la pena.
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La Apuesta (PAUSADO)
Random5 equipos patrocinados por sus respectivos señores de la guerra participarán en una prueba de supervivencia a través de la selva en una isla desierta. El premio son 100 millones. ¿Qué equipo ganará la apuesta?