Nueve de cada diez gatos... [MLB]

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¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que se vieron? ¿Cuándo fue la última vez que ambos habían pronunciados sus nombres? Marinette sabía que el maestro Fu tenía razón, tenían que tomar distancia si querían que las cosas salieran bien, pero nunca se dijo que Adrien estaba escuchando toda la conversación mientras apretaba sus puños, impotente de no poder impedir el rumbo de sus vidas, porque después de todo, él sabía que aquel hombre tenía razón ¿Y qué más podía hacer? A veces dejar el tiempo fluir no era tan malo, porque tomas conciencia de los pequeños detalles que los fueron uniendo, los pequeños detalles que lo hicieron enamorarse del otro.

Quizás, el maestro les estaba dando una segunda oportunidad para volver a comenzar todo de nuevo, en donde ambos fueran sinceros. Porque Chat Noir sabía que si su amor era verdadero también sería perecedero. Tal vez no se verían hoy, ni mañana, ni siquiera en un año. Pero esa sería la oportunidad para que ambos se conocieran como eran de verdad, sin temor ni mentiras, ni máscaras de por medio.

Y la pobre Marinette volvía caer en un dilema ¿Adrien o Chat Noir? Ella no había visto a su felino preferido después de aquel accidente, la cual la dejo marcada profundamente y tenía miedo de volver a lastimar a las personas que amaba, porque se sentía como un ser tóxico para todos, pero fue Adrien quien le ayudo a salir adelante, fue aquel rubio quien le abrió los ojos nuevamente e incluso la llegaba confundir ¿Podría ser él el hombre detrás de la máscara? Era una incertidumbre que la carcomía, pero tenía un leve presentimiento de que debía dejar las cosas como son, una incertidumbre hasta el día que ambos confiesen lo que son.

Y ahí estabas nuevamente, esperando que la lluvia amainara para regresar a tu hogar. La dulce y descuidada Marinette había vuelto olvidar su paraguas, te sentías nostálgica porque tantas cosas buenas como malas pasaban en los días de lluvia.

- ¿Sabías que nueve de cada diez gatos prefieren whiskas? pues yo soy ese uno que prefiere a la chica más hermosa de París, Marinette- dijo de repente una voz que reconociste inmediatamente. Estaba él, con su sonrisa picarona y esos ojos verdosos centelleantes de felicidad. Chat Noir te esperaba bajo un paraguas.

-Oh, Chat Noir- te lanzaste a sus brazos, en busca del tiempo perdido. Ambos se sonrieron una vez más para poder juntar sus labios por primera vez. Quizás con el tiempo se desvelarían sus misterios, pero ambos tenían la seguridad que se amaban y conocían completamente, porque aquella calidez que sentía el uno al lado del otro era única e inexplicable. Porque a veces en los días de lluvia, el amor vuelve a renacer.