Capitulo 20: Una nueva vida (Parte 2)

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"En el Sengoku"

En eso ella partió con su hanyou hacia su nueva vida, tanto Sango y Miroku cuando se enteraron de la noticia de que Kagome se quedaría con ellos para siempre se alegraron mucho, tanto que Miroku le aconsejo a InuYasha para que se casaran al mismo tiempo con ellos, eso puso a InuYasha rojo.

Inu: (Todo nervioso) Miroku!!!!!

El pobre monje no sabía que InuYasha, no le había pedido matrimonio a Kagome, todavía pero la idea de casarse juntos a sus amigos le gustaba, ahora el problema era pedírselo a ella, él sabía muy bien que Kagome lo amaba, pero él quería hacer algo especial para ella y pedírselo y tenía planeado una sorpresa.

Kagome: (Toda extrañada por la actitud de InuYasha) ¿InuYasha, que te pasa?

Inu: (Saliéndose de sus pensamientos) No, nada no te preocupes, aunque (sonrojándose un poco) la idea de Miroku no es nada mala.

Kagome: (Toda roja) ¿Que estas diciendo?

Inu: (InuYasha se le acerca y la calla poniéndose sus dedos en sus labios) Es una sorpresa, espera.

Así paso tres días y aunque Kagome estaba ocupada ayudando a Sango con los preparativos de la boda, estaba muy distraída ya que no sabía que es lo que estaba planeando InuYasha, además él estaba portándose extraño, hasta había días en que salía sin decirle a nadie y llegaba muy en la noche, Miroku le preguntaba pero él no le decía nada. Hasta que un día, en que Kagome salió de la cabaña de la anciana Kaede a buscar algunas plantas medicinales, que InuYasha salió de la nada y se paró en frente de ella, Kagome toda sorprendida iba a reclamarle por el susto, pero él no dejo que hablara, la tomo en brazos y se la llevo consigo.

Kagome: (Toda nerviosa) ¿InuYasha, a donde me llevas?

Inu: (Con cara de seguridad) Si te lo digo, ya no será una sorpresa.

Ellos se adentraron en el bosque, Kagome notaba que habían pasado mucho tiempo ahí hasta que InuYasha se detuvo y delicadamente la bajo, Kagome se puso cerca de él y con la mirada le preguntaba en donde estaba, InuYasha le toma la mano y así empiezan a caminar, saliendo del bosque ella se fija que están en un campo de flores, pero aun así InuYasha sigue caminado ella lo sigue sin preguntar hasta que llegan a un lugar en donde se encuentra una forma rocosa parecida a una lapida, InuYasha suelta la mano a Kagome y pone arregla unas flores que tenían cerca de la roca.

Inu: (Arreglando las flores) Kagome, nunca había enseñado este lugar a nadie ya que es muy importante para mi (y mirándola a ella tristemente) esta es la tumba de mi madre.

Kagome estaba en shock, ya había escuchado por la pulga Mioga y del mismo InuYasha sobre su madre pero nunca él le había enseñado la tumba, más bien no sabía si el la visitaba, pero al verlo ahí arrodillado y arreglando una ofrenda floral de la tumba significaba que el la visitaba a menudo.

Kagome: (Arrodillándose cerca de él) ¿La querías mucho, verdad?

Inu: (Mirándola tristemente) Ella era la única que me daba cariño cuando era un niño, además de mi único familiar, pero (y su mirada se torna amorosa) ahora ella estará tranquila ya que sabe que ya nunca estaré solo ya que te tengo a ti, Kagome.

Kagome: (Toda abrumada por la revelación) InuYasha yo...

Inu: (Que la interrumpe con un dulce beso) Déjame hablar, Elegí este lugar porque quería pedirte, delante de la tumba de mi madre, si tú quieres estar a mi lado como mi esposa.

Kagome estaba abrumada, y con lagrimas en los ojos ella se le acerca y le da un dulce beso en los labios, InuYasha la toma por la cintura y le responde al beso unos minutos después se separan y ella sonriéndole asiente, cosa que a él lleno de felicidad la empieza a levantar y hacerle vueltas por el aire, ya en la tarde regresan hacia la aldea en donde encuentra a todos preocupados por su ausencia.

Sango: (Corriendo hacia ellos preocupada) ¿Pero en donde se habían metido ustedes dos y sin avisar a nadie?, ya nos estaban preocupando.

Miroku: (que estaba detrás de Sango, pero al ver la cara de InuYasha y de Kagome presintió algo) Sango ya te dije que no debías preocuparte estaban juntos, así que por algo se fueron sin avisar.

Shippo: (Que se había lanzado a los brazos de Kagome) ¿Por que están tan felices?

Inu: (Con una mirada de felicidad) ¡Es que tenemos una noticia chicos!

Kagome: (Toda sonrojada) ¡Nos vamos a casar!!

Al decir eso Sango grito de felicidad y Miroku abrazo a su amigo y felicitaron a los dos por la buena noticia, el pequeño Shippo no cabía de felicidad y abrazo muy fuerte a Kagome y se lanzo hacía InuYasha y lo abrazo, estuvieron toda la noche planeando la vida que seria, como sugirió Miroku, el mismo día en que se casaban ellos. Y así sucedió ese día llego y tanto Sango y Kagome lucieron hermosas con sus trajes de bodas y los chicos estaban muy apuestos con kimonos formales, se casaron y vivieron en la aldea de la anciana Kaede. Kagome se había convertido en una gran sacerdotisa famosa por sus curaciones, InuYasha en un valiente guerrero y protector de la aldea junto a Sango y a Miroku.

Pasaron los años y se ven unos niños jugando cerca del árbol sagrado, eran una niña de unos 6 años de largo cabellos plateados y de ojos oscuros, vestida con un lindo kimono de color anaranjado sujetado con un obi de color violeta y un niño de unos 7 años con un traje de color oscuro.

Niña: No me vencerás tan fácil Kensuke.

Niño: Eso es lo que tú crees Izayoi.

Al decir eso el se abalanza sobre ella. Pero ella lo esquiva y corre pero al no poner atención se tropieza y se cae y empieza a llorar.

Kensuke: (Acercándose a ella) No llores Izayoi, no quiero verte así.

Izayoi: (Secándose las lagrimas) Pero es que me da rabia caerme, por culpa de eso me atrapaste.

Kensuke: (Ayudándola a pararse) Veras que algún día me vas a vencer, además yo siempre te voy a proteger.

Izayoi: (Mirándolo fijamente) Me lo prometes Kensuke.

Kensuke: (Poniéndole una cara de seriedad) Claro, de la misma forma como mi papá y el tuyo protegieron a nuestras mamás.

En eso se escuchan una voces femeninas llamando a los niños, eran Kagome y Sango seguidas de InuYasha y Miroku.

Inu: (Viendo a los niños) Allí están, ya les dije que ellos deberían estar en el árbol sagrado (y llamándolos) ¡IZAYOI, KENSUKE VENGAN!!

Los niños al escuchar a sus nombres voltearon y vieron a sus padres y corrieron hacia ellos, Izayoi se abalanzó a los brazos de InuYasha, mientras que Kensuke se acerco hacia Sango.

Izayoi: (En los brazos de InuYasha) Papá, ¿tu siempre cuidaste de mamá verdad?

Inu: (Extrañado de la pregunta) ¿Por que me preguntas eso Izayoi?

Izayoi: (Mirando hacia Kensuke) Porque Kensuke me dijo que me protegería como lo hizo su papá y tu con nuestras mamás.

Miroku: (Asombrado y mirando a su hijo) ¿Kensuke es cierto eso?

Kensuke: (Mirándolo con seguridad a pesar de su edad) Si, papá yo la cuidare.

Kagome: (viendo divertida la escena) ¿A que te recuerda eso Sango?

Sango: (Riéndose igualmente) A cuando nos conocimos verdad Kagome.

Kagome: Así es (y dirigiéndose a los niños) Vamonos a casa y en el camino les contaremos una historia.

Izayoi: (Caminando junto a Kensuke) ¿Nos contaran de cuando se conocieron tú y papá?

Kensuke: (Emocionado mirando a su mamá) Mamá cuéntanos.

Tanto Kagome y Sango: Muy bien les contaremos.

F.I.N.

Un Sentimiento, una MaldiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora