Solo yo, una adolescente

En el salón

Nunca se sintió más desdichada como en ese momento. No tenia a nadie a quien saludar con alegría al llegar o con quien compartir lo vivido en el verano, por más aburrido que haya sido. Solo estaba ella en su mundo. Encerrada e atrapada en su propia burbuja.

Pero no se quejaba, intentaba ver todo con optimismo, algo muy poco común en ella diciendo la verdad. Aún que ¿Que otra opción tenía?. A este paso, si no veía el lado bueno de las cosas, iba a terminar con una soga alrededor de su cuello; estaba acorralada ante su propio vivir.

Entre uno que otro suspiro, evitó las miradas de los demás y se sentó en algún lugar en el que no la notaran. Seria su refugio por esa clase, no se podía equivocar.

-¿Ella no es Libra?- oí como alguien decía a mis espaldas, de seguro, señalándome- ¡Que delgada que esta!

-No sé, yo la noto igual de fea. De todas maneras ¿Por que te fijas justo en ella?

Y eso es lo que también quería saber ¿Por que justo ella?. Ya suficiente había tenido con ver a mandarina en el mismo salón de clases que ella. Y ahora más, que había dicho tal comentario para más desagradable.

-No sé que tienes contra esa chica mandarina. Tan solo escuchas su nombre y te pones como paranoica.

Ya no queriendo saber más, Libra, abrió su mochila y sacó sus audífonos. Puso la canción que más le gustaba de las que estaban en su reproductor y se dedicó a escuchar la música que ahora sonaba.

Tan envuelta están en su música que ni si quiera se percató de la profesora cuando llegó, aún que tampoco es como si algún día le fuera a importar ese detalle. Ya luego se justificaría a ella misma el por qué; y solo lo haría para aliviar su alma.

-¿Vas a usar el libro?- escuchó entre las melodías ¿Le hablaban a ella?- Oye, Libra ¿Me estas escuchando?.

Oh, si era para ella.

-Lo siento- su voz era menuda- no pensé que me hablabas a mi- respondió al ver que el que le había hablado era nada menos que Kevin, un integrante de los "malos", grupo, al que ni siquiera miraba.

-Bueno ¿Lo vas a usar o no?- ella no dijo más, solo se limitó a asentir y darselo- ¿Siempre eres así de callada?

-¿Te importa?- ya luego se arrepentiría de su atrevimiento

-No, pero me da curiosidad

-Libra, Kevin, por favor- gruñó la profesora al notar que hablaban- Silencio. Este tema viene en el examen.

El chico solo chasqueo la lengua fastidiado y volvió a lo suyo; por su lado, Libra, bajo la cabeza e hizo como si estuviera copiando lo dictado.

-Un día más en el salón - susurró Libra en un suspiro.

Que difícil era esto.