Recuerdos de un día gris

2 0 0
                                    

Con mi espalda contra la pared y la mirada hacia el cielo, las nubes grises nunca me habían parecido tan hermosas como hoy, el calor del cigarrillo sobre las falanges de mi mano me regresa a la tierra, tomando por la colilla de este vuelvo a inhalar el humo del escaso tabaco del cual ya no queda casi nada, bajo la mirada y veo mi reflejo en un charco. Hasta nunca colilla puedes nadar por el drenaje.

Es curioso, mientras las gotas de lluvia caen, la gran multitud de personas se dispersa, corren y tratan de cubrirse, como si la lluvia fuese a causarles algún daño irreparable. Lo que era una enorme avenida atiborrada por el  transitar de cientos de personas ahora no era más que una calle casi vacía, aquellos que no huyeron en busca de refugio solo comenzaron a caminar más rápido y yo, me encuentro aquí, en el mismo lugar que hace 15 minutos, que hace unas horas, que hace unos días, que hace unos años.

-Dame 3 razones para que acepte estar contigo, vamos solo dime 3 razones por las cuales deberíamos de casarnos.

-1. Por que quiero estar siempre contigo. Sin importan que tantos años pasen aquella sensación de bienestar y tranquilidad que me da el compartir las horas contigo me hace sentir como la persona más afortunada del mundo...

Me llevo la mano al bolsillo de mi chaqueta, saco otro cigarrillo, lo enciendo y comienzo a inhalar, mis pulmones exalan una gran nube gris que, inmediatamente se dispersa en el aire humedo, sin dejar de ver la lluvia caer pienso:

De verdad aquella sensación de bienestar sigue presente? Por qué? Por más que trato de recordar como era no me es posible. Inhalo una vez más, la lluvia arrecia, mi mente viaja al pasado, ha pasado tanto desde que ella me dejó.

-2. Por qué quiero compartir mi vida contigo. Quiero que vivas junto a mí, logros, alegrías y hasta tristezas, quiero que pases momentos junto a mi, compartir un atardecer, una vista hermosa, la perfecta armonía de sonidos denominada música, eso y más quiero compartí contigo...

Como me hubiese gustado ver el caer de la lluvia a tu lado, ahora ya no puedo compartir nada, pues ya no formó parte de tu vida, ahora me toca pasar solo todas estas experiencias que tengo que vivir. Cuando tiempo desde que te fuiste, ya perdí la cuenta, el tiempo perdió significado para mi.

-3. Por qué si no te casas conmigo voy a llorar. La idea de no poder estar a tu lado me desgarra el alma, inunda mi pecho una tristesa tal que hace que este se expanda solo para colapsar sobre si mismo, sentir que mi corazón se rasga en pedazos y mis pulmones se colapsan. Si me dices que no voy a llorar.

Y así fue, llore y hasta el día de hoy no he podido dejar de llorar, pero sabes algo? El tiempo me hizo decidir, es hora de que siga adelante, pero antes de irme para siempre y no volver necesito entregarte un obsequio.

La lluvia a cesado, el cigarrillo se terminó, tomó el ramo se rosas que compré y comienzo a caminar sobre la avenida, las farolas de alumbrado público iluminan la calle.

Ahí estas, a lo lejos y con el, todo de acuerdo al plan, introduzco mi mano derecha entre las rosas, tomo el arma que ahí escondí, quito el seguro, te veo tan cerca, el voltea y yo lo miro a los ojos... Nuestras miradas se encuentran, se escuchan tres truenos y el comienza a llorar mientras cae de espalda. Ahora es mi turno, te entrego las flores, ambos sabemos que sigue, me pongo de rodillas y miro tus ojos, no se puede evitar por que a final de cuentas.

-Mi vida te pertenece, solo a ti y a nadie más.

Se escucha un trueno, con los ojos cerrados al fin pude dejar de llorar, las nubes grises finalmente se dispersan, la luna ilumina la roja calle, ahora te toca llorar a ti.

Mientras Respiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora