Bienvenidos a New Nirvana

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¿Qué pasaría si tus padres no parasen de irse por temas de trabajo y quejarse de tu mal comportamiento?

Pues ese problema lo tengo yo, Astrid Stone, una chica con dieciséis años, alta, rubia y bastante madura, habían decidido llevarla a un internado, el internado New Nirvana, en la otra punta del país. Así es, tendría que dejar a mi novio, mis amigos, mi familia.. TODO, solo porque mis padres no se fían de que yo me puedo quedar sola. Nunca los voy a entender, que si me voy con ellos es porque soy muy niña pequeña, que si no me voy porque no les presto atención... No me comprenden y dudo que lo hagan algún día. Por suerte, no estaba sola. Mi mejor amiga Odile, había estado conmigo toda la vida, ya que nuestros padres eran íntimos y esto hacía que estuviéramos más tiempo juntas. Hace 4 semanas, nuestros queridos padres nos comentaron que iríamos a un internado. Según nuestros padres habíamos hartado su paciencia y la de los profesores, nos iban a enviar al internado New Nirvana. Un internado, mejor una cárcel y ya vamos mejor. Vivir en el colegio, PUAJ!!! No me puedo creer que mis padres me hubieras hecho esto.

Así que aquí estaba yo, preparando la maleta (eran varias) para ir a la cárcel con clases. A los pocos minutos apareció Odile. Ella venía ya con la maleta hecha y echando humo por las orejas.

- Astrid, ¿y si nos escapamos?- Odile entró sentándose en mi cama con cara pensativa.

- No podemos Odile, entiende que incluso nos habrá puesto un espía o algo para ver si llegábamos- dije mientras terminaba de cerrar mis maletas.

Al terminar, cogí mi bolso, mi móvil, mis gafas de sol, una chaqueta de cuero y mis maletas-cuantas cosas- mi mejor amiga hizo lo mismo que yo, y salimos por la puerta. allí nos esperaba nuestros padres y mi hermano mayor y su hermana mayor, de la misma edad que mi hermano (19 años) y mi novio Jason. Este era mi panorama actual, despedirme de las personas que tanto había querido. Alguien me tocó el hombro por detrás y al girarme, vi a mi nana María. Odile y yo nos lanzamos a abrazarla, era como nuestra madre, ya que nuestros padres de verdad se pasaban la mitad del tiempo de viaje y nos quedábamos con ella mientras tanto.

- Chicas, las echaré muchísimo de menos, las quiero tanto- dijo nuestra nana apretándonos más fuerte contra ella.

-Y nosotras a ti- dijimos Odile y yo al unísono.

Después de despedirnos de nuestra nana, fuimos a despedirnos de nuestros hermanos y padres. Con ellos, aunque les queríamos muchísimo, la despedida no iba a ser tan dolorosa. Al fin, me tocó despedirme de una de las personas más importantes. Jason. 

- Hey- me dijo acercándose a mi un poco tímido.

-Hey- le respondí cogiéndolo de la mano y llevándomelo a un...sitio más privado. Los dos sabíamos lo que íbamos a hacer, esto ya no iba a servir.

-Quiero hacerlo rápido- hablé rápidamente.

- Yo... yo no se lo que quiero- empezó a andar frustrado mientras se tocaba el pelo.

-Esto va a ser lo mejor para los dos, lo debes saber, las relaciones a distancia nunca funcionan-

- Ni siquiera ¿lo vamos a intentar?- dijo acercándose a mi, nuestros labios se rozaban. No pude evitarlo y le besé, fue el típico beso de despedida en el que sabíamos los dos que las cosas ya no funcionarían más.

- Te echaré de menos Astrid- dijo mientras nos separábamos.

- Yo a ti también Jason- después de esto, nos separamos y me fui al coche, donde ya me esperaba sin mucha gana Odile.

Di un última despedida a mi familia y a la de Odile y me subí en el coche. allí me esperaba mi mejor amiga con cara de preocupación. Ella seguramente se esperaba que rompiera a llorar, pero no lo hice. Y la razón por la cual no lloré ni nada, fue porque hace 1 semana me lo encontré besándose con mi ex-amiga (claramente me peleé con ella,lo típico, quitarla las extensiones, correrla el maquillaje, unos cuantos puñetazos...), aunque ya no me gustaba tanto como antes, le iba a echar de menos, no nos vamos a engañar.

Internado New NirvanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora