EL JUGADOR NÚMERO 12 DE RAKUZAN. |AkaFuri|

Rakuzan Vs Seirin.

EL JUGADOR NÚMERO 12 DE RAKUZAN.

Rakuzan Vs Seirin.

— ¡De prisa! —La chica apurada caminaba velozmente por los pasillos, el grupo de jugadores a los cuales entrenaba la seguían de cerca, algunos no viendo cual era la razón por la que la entrenadora les había pedido reunirse ese día tan repentinamente, mucho menos sabían la razón de su presencia ahí.

Ellos no jugaran hasta mañana.

— ¿Riko, que hacemos aquí? — Cuestiono Tepei mientras soltaba un bostezo. Hyuga se acomodó los lentes y golpeo suavemente el costado del mayor, Tepei soltó un pequeño quejido. — ¿Qué?

Los gritos, aplausos y cantos apoyando a los equipos se escuchaban cerca, al final del pasillo podrían tener una buena vista al juego que había comenzado hace varios minutos, veinticinco para ser exactos.

— ¿No se supone que Kuroko y Kagami vendrían aquí hoy? — Comento Koganei a Mitobe, el más alto asintió dándole la razón.

—Por eso mismo les pedí que vinieran. — Riko se mordió el labio interior, su mano fuertemente cerrada en un puño. — Hace 25 minutos Kuroko-kun me envió una foto.

—Y... eso es... — Izuki no sabía que palabras serían las indicadas para expresar la confusión que ahora mismo experimentaba, no solo él, el resto del equipo también.

— ¿Saben que equipos juegan hoy aquí? — Cuestiono a sus jugadores, sus pasos se detuvieron por breves instantes para voltearse y ver de frente a sus chicos, todos ellos asintieron. — Precisamente ¿saben que juego acaba de comenzar hace veinticinco minutos?

—Rakuzan vs Too ¿No? — Contesto Hyuga, Riko asiente antes de volver la mirada al frente y caminar más rápido que antes. Los gritos, el sonido del balón rebotando, los rechinidos de los tenis, los fuertes pasos que se marcan en la cancha, la intensidad de querer ganar, todo ello comenzaba a golpear a Riko mientras más se acercaba al final del pasillo.

Y justamente cuando la pequeña chica castaña puede ver por fin la cancha...

Su rostro brilla en expectación, sus ojos siguen cada movimiento del balón, desde que salto, lo lanzo y este encesto, tres puntos para su equipo, lo observa sonreír, pero no se parecen en nada a aquellas tímidas sonrisas que de vez en cuando les mostraba, esta era confiada, orgullosa y sobre todo era una sonrisa que te decía que por ningún motivo perdería.

Era irreal.

Ese no era el Furihata Kouki que ellos conocían.

—Entrenadora. — Escucha a Kuroko, pero simplemente ella no puede responder.

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— ¡Genial, Kou-chan! — Reo Mibuchi se acerca al castaño y revuelve gentilmente su cabello.

— ¡Chihuahua-chan! — Kotaro Hayama palmea suavemente su espalda.

Y Akashi Seijūrō le sonríe desde las bancas.

Y Too luce cansado, exhausto, confundido y su respiración es completamente irregular, Aomine limpia el sudor que cae por su frente, a diferencia de Rakuzan, ellos lucen frescos, sonrientes, animados.

Con una diferencia de casi 30 puntos.

Aomine respira con irregularidad, su pecho sube y baja furiosamente liberando el aire que aspira, su ceño levemente fruncido y una rápida mirada que viaja de Akashi a ese chico que porta el uniforme número doce, aun así una pequeña sonrisa aparece en sus labios.