Capitulo 1

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Era una noche oscura en el bosque, donde el único sonido era el ulular de los búhos y el suave murmullo del viento entre los árboles. Vengance, con su peil oscura y ojos penetrantes, caminaba con cautela por los alrededores. Como todas las noches, estaba en busca de cualquier amenaza que pudiera poner en peligro a su gente. Su olfato era su herramienta más confiable, y esa noche, un olor particularmente fuerte y perturbador lo llevó a los límites de la reserva.

Mientras avanzaba, el olor se volvía más intenso, y Vengance se dio cuenta de que provenía de una bolsa de deporte abandonada junto a un árbol caído. Al acercarse, un escalofrío recorrió su espina dorsal. El olor a drogas y narcóticos era inconfundible, y su corazón se aceleró mientras pensaba en las posibles implicaciones.

Con cuidado, Vengance abrió la bolsa y su mirada se encontró con el frágil cuerpo de una joven humana, esta sujetaba con fuerza lo que parecia ser una tarjeta de identificacion, con dulzura la cojio y pudo leer su nombre, Rebeca. Becca, con su cabello rubio como un halo dorado, yacía allí, casi sin vida. A primera vista, parecía inconsciente, y el olor a narcóticos que emanaba de ella era abrumador. El miedo lo invadió. ¿Había llegado demasiado tarde?

De rodillas junto a la bolsa, Vengance la observó detenidamente. La joven tenía un aspecto angelical, pero su piel estaba pálida y parecía frágil. El pecho de Vengance se apretó de preocupación. Ella aún estaba viva, pero necesitaba ayuda de inmediato.

La inminente explosión de la reserva resonó en el aire mientras Vengance comenzaba a soltar a Becca de la bolsa. El tiempo corría en su contra, y el macho nuevo especie sabía que tenía que llevarla al centro médico de la reserva lo más rápido posible. Con la dulce y vulnerable Becca en brazos, Vengance se internó en el oscuro bosque, dirigiéndose hacia la única esperanza de salvación que conocía.

Vengance llevaba a Becca con cuidado en sus brazos mientras se adentraba en la oscuridad del bosque. La fragilidad de la joven humana era evidente, y cada paso de Vengance era suave y calculado para no empeorar la situación. Becca parecía inconsciente, pero su respiración débil le indicaba que seguía con vida. El hombro deslocado era una de sus principales preocupaciones; necesitaría ayuda médica de inmediato.

Mientras avanzaba, Vengance percibió un destello de luz a lo lejos, entre los árboles. Intrigado, se acercó con precaución y encontró una cabaña, iluminada por velas en su interior. La sorpresa llegó cuando notó que dentro de la cabaña había una mujer humana, Luna, que estaba despierta y visiblemente asustada. Ella se apresuró a levantarse al ver a Vengance y Becca.

-Bestial- susurro la humana, con voz tensa. - ¿Qué está pasando? ¿Qué le sucedió a esa chica?

-Necesito ayuda humana -corto Vengance preocupado por la humana que cargaba.

-Soy Luna -se presentó la pequeña humana, acercándose despacio a Becca- Dios mío, es una niña.

-Es adulta, soy Vegance -gruño el macho mientras observaba la hembra, esta tenia el ceño fruncido mientras evaluaba a la otra humana.

-Necesito que la sostengas -indicó Luna y Vegance hizo lo que le pidio rápidamente lo mas suavemente que pudo.

-Eres médico, ¿verdad? -inquirio el macho esperanzado de que la joven pudiera brindar ayuda, esta asintio dubitativamente mientras tomaba el brazo herido de Becca.

En ese momento, la mente de Vengance estaba enfocada en Becca y en su bienestar, pero también comenzaba a nacer una preocupación por Luna. ¿Qué circunstancias habrían llevado a una humana a estar sola en medio del bosque en medio de la noche? Vengance sabía que, una vez que Becca estuviera a salvo y atendida, tendría que resolver ese misterio y asegurarse de que la seguridad de Luna estuviera garantizada tambien.

-Voy a necesitar un cabestrillo para inmovilizarlo -murmuro Luna tras recolocar el hombro de Becca.La vio agarrar un trapo de cocina y romperlo.

-Bien -asintió Luna con preocupacion- Aun asi debes llevarla a ver a un medico lo mas pronto posible, el cabestrillo solo es una medida temporal. Deben hacerle rallos para verificar que no tiene nada roto y que he colocado todo en su lugar.

-Vamos al centro medico- confirmo Vengance mientras se dirigia a la puerta trasera y se giraba para mirar a la humana y su canino acompañante -acompáñame, humana. Este lugar no es seguro.

-Prometí que me quedaría aquí -respondió con un temblor- Pero entenderé si decides llevártela. No puedo seguirte sin embargo se lo prometi a Bestial.

Vengance sacudio la cabeza exasperado, la reserva estaba bajo ataque estaba fuera de lugar que dejara a la hembra sola en esa casa.

-Vamos humana, no estas en seguridad aqui y Bestial me arrancara la cabeza si sabe que te deje en un lugar en el cual corrias peligro, puedo olerlo en ti, la union nos vuelve salvajes y no quiero tener que enfrentarme a el -agrego Vengance- seguiremos la ruta del río. Ellos no irán por ahí, al menos no tan pronto.

Mientras el grupo se dirigía hacia el centro médico, Vengance cargaba a Becca con cuidado, manteniendo la vista fija en el sendero que serpenteaba a través del espeso bosque. Dakota, la perra de Luna, caminaba a su lado con un paso firme y protector, olfateando el aire y manteniendo un ojo vigilante en su dueña. La oscuridad del bosque era abrumadora, con solo la tenue luz de la luna y el resplandor de las estrellas como guía.

El trayecto estaba plagado de obstáculos naturales, raíces de árboles retorcidas y piedras desiguales que hicieron que el viaje fuera complicado. A pesar de la dificultad, Vengance siguió avanzando con determinación, manteniendo a Becca lo más cómoda posible en sus brazos, con su cuerpo protectoramente inclinado sobre ella.

Luna se mantuvo cerca de ellos, siguiendo a Vengance y observando constantemente a Becca. La expresión de preocupación de la joven no pasaba desapercibida, pero también se notaba la determinación en sus ojos. Caminaba junto a Dakota, quien miraba atrás ocasionalmente para asegurarse de que nadie los seguía.

El sonido del río corría a lo lejos, una corriente constante de agua que proporcionaba un sentido de dirección. Las ramas crujían bajo sus pies, y el viento soplaba suavemente, llevando consigo el murmullo de la vida nocturna en el bosque.

La caminata continuó, y el grupo avanzó a través de la oscuridad, cada paso acercándolos al centro médico y, con suerte, a la ayuda que Becca necesitaba desesperadamente.

Becca permaneció inconsciente durante el trayecto hacia el centro médico, y Vengance mantuvo una preocupada vigilancia sobre ella. Mientras avanzaban por el bosque, Vengance notó un pequeño cambio en la tensión del cuerpo de Becca en sus brazos. Ella comenzó a moverse ligeramente y emitió un débil gemido que indicaba que estaba regresando lentamente a la conciencia. Su mano temblorosa se aferró al pecho de Vengance mientras su mente luchaba por volver al mundo de los despiertos.

3. Vengance Nuevas Especies (En processo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora