Capítulo 3

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POV Jack

Al fin, Sally y yo nos colocamos en una mesa cerca del local y no pensé que este día fuera marchando bien; como todo un caballero, le ofrecí la silla a Sally y se la acomodé en la mesa. Finalmente me senté y miré el menú para pedir uno de mis platillos favoritos: "ensalada de queso rancio con pasta con ojos de cíclope".

-¿Sally, qué pedirás?-

-Lo que sea, sabes que no desprecio la buena comida.- sonríe mientras coloca el menú a un lado de la maceta con flores secas que estaba en el centro de la mesa.

-Bueno, yo pediré ensalada y pasta.-

-Suena rico, pediré eso también.-

Ambos solo nos mirábamos y sonreíamos uno al otro. Como si expresaran todo lo que no podíamos decirnos con palabras. En verdad estaba disfrutando esta tarde junto a ella... aunque quise hablar para "romper el hielo" y ser un poco más interesante. Pero si por mí fuera, estaría contemplándola todo el día.

-Oye... es tu primera cita, ¿verdad? -

-Sí... ¿se me nota?- responde soltando una pequeña risa nerviosa.

-Un poco.- reí –pero no te preocupes, estoy igual que tú y siendo honesto, soy un asco en esto de las citas.-

-No lo eres, aún no he huido a mi casa.-

Reímos y después hubo un silencio demasiado incómodo entre los dos. De verdad, no sabía qué hacer, así que hable un poco más...

-Tal vez suene algo atrevido, pero con todo el respeto que te mereces, luces realmente bella con ese vestido.- sonreí mientras veía como ella correspondía la sonrisa y se sonrojaba.

-Gracias Jack... tú te ves... muy apuesto con esa ropa.-

De repente pasó algo que no pensé que me sucedería: me sonrojé al escucharla; todo el tiempo recibo varios elogios sobre mi forma de vestir y mi forma de ser, y siempre agradezco a los cumplidos, pero lo tomo algo normal, pero esta vez, me sentí muy alagado sobre ese cumplido.

Hubo otro silencio y Sally abrió una pequeña conversación...

-Me sorprendí bastante cuando el doctor decidió darme un día libre...-

-Sí, yo también. Finalmente decidió tentarse un poco el corazón y te dejó un día de descanso que tanto te mereces.-

-Bromeas.- ríe un poco-

-Qué, lo digo enserio. Te la pasas todo el día ayudándole con sus inventos y no te das un tiempo para ti...-

-Bueno, lo hago cuando escapo de la casa...-

-Pero no es lo mismo, lo hacer porque sientes la necesidad de hacerlo y no porque te lo dan.-

-Bueno tienes razón en ello. Lo mismo te digo a ti. Ya necesitabas despejarte un rato de Halloween.- sonreía tiernamente.

De repente, recordé algo... -¿Te acuerdas cuando el payaso se enfermó y necesitábamos un suplente?-

-Sí, me pediste que te hiciera el traje de payaso, con unos viejos calzoncillos que encontraste en la basura. Estabas tan desesperado en el tema del payaso.- ríe.

-Y además el cabello lo hiciste con unas ramas y la nariz... ugh... era un tomate podrido. Tuve que aguantar ese olor todo el día.-

-Pero fue un gran Halloween. Te luciste ese día y a pesar del traje del último momento, diste miedo...-

-Sí... espero y este Halloween sea mejor.- dije sonriendo casi sin ganas.

Ella sabe que me deprimo un poco sobre el tema de Halloween, porque siempre quiero superar mis expectativas, y si algo no sale bien, me siento un completo inútil. Pero siempre supo cómo hacerme sentir mejor.

De pronto, apoya su mano encima de la mía, mientras me mira sonriente: –ya verás que así va a ser.-

Sentí una gran calidez cuando tomó mi mano, pero duró muy poco ese momento ya que ella se dio cuenta de ello, quitando rápidamente su mano y un rubor aparecía en sus mejillas. Yo solo la miré y sonreí.

Finalmente había llegado nuestra comida y nos dispusimos a comerla, mientras seguíamos bromeando, riendo y recordando viejos tiempos; mientras comía no dejaba de mirar a Sally... sentí algo cálido en mi pecho con cada palabra que ella decía, sus gestos, sus palabras, todo... era simplemente maravillosa... ojalá este día nunca acabase...

La primera citaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora