Capítulo Tres: Trato.

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Por los pasillos concurridos del instituto se encontraba caminando el pelinegro, aunque a ese extraño andar no se le podía considerar caminata. Menos cuando trataba de escabullirse de alguien. Miro en todas direcciones tratando de no toparse con esos castaños ojos que le habían hecho casi un trato. Un trato horrible, jamás había estado tan desesperado.

El sábado por la noche, después de haber bebido mucho vodka, no controlaba bien lo que estaba diciendo, ni si quiera entendía bien lo que la gente a su alrededor le decía. Recordaba cosas como escenas mal acomodadas de una película.

Primero tenía la llegada a la casa de Garnes, tuvo un pequeño pique con los gilipollas del equipo de natación. Después discutió con Alex, así que decidió tomar mucho para que no le fuera encargara la tarea de llevarle a su casa. Luego de ahí todo se vuelve borroso, recuerda música fuerte, chicas y chicos a su alrededor moviéndose al compas del ruido. Y después eso solo recuerda a Luzu sacándolo de las luces para llevarlo a una habitación en penumbras.

Ahí, justamente ahí fue donde casi consolida un trato con de Luque.

Eso es lo que más recuerda de toda su noche, cada palabra que sus labios pronunciaron su cabeza las estuvo repitiendo como si de un disco rayado se tratase. Me ofrezco a ser tu novio postizo. Estoy seguro de que sabes que soy homosexual así que no te hagas tanto el sorprendido, estaré borracho pero tonto no soy.

Sus manos se aferraron como pinzas a las correas de su mochila mientras pasaba su inquiera vista por todos los rostros que se encontraban en el pasillo. Sus pies chocaron con un objeto irreconocible provocando que cayera al suelo boca abajo.

Un pie se poso sobre la mochila en su espalda sofocándole, ¿ahora quien mierda lo estaba tratando así?

La risa de Daniel y Diego se dejo escuchar cuando vieron Guillermo en el piso, indefenso.- Mirad que nos ha traído el viento. –exclamo entre risas Daniel.

-¿Sois gilipollas? ¡Dejadme antes de que os parta la cara a leches!

-¿Ah sí? Sería una lástima que estuvieras como perro echado en el piso. –Dijo Daniel.- Escucha, te traemos un anuncio. Oficialmente Frank no os quiere en sus fiestas así que es mejor que os vayáis buscando otra casa donde pelear.

-¿Es en serio? Que os den, como si fuera muy importante ir a una de sus cutres fiestas.

-Cutres chaval, eso dices pero ibas. Deja de joder macho. –recargo mas su peso.

-Déjame en paz tío, que yo no le he hecho nada malo a Garnes. Solo a sus pringaos' perros falderos que vienen a decirme mensajitos de Garnes cuando seguramente él tenga miedo de llevarse un brazo roto como tú. –todos comenzaban a acercarse a la escena, algunos divertidos y otros temerosos de que Daniel y Diego se llevaran una buena ostia por estar jugándosela mucho.

Daniel rodo los ojos mientras quitaba su pie, no quería causar alboroto en el pasillo, muchos curiosos ya se encontraban muy atentos a la situación. En cuanto Guillermo sintió el pie fuera de su espalda se levanto en un hábil salto, tiro su mochila y tomo a Daniel por el brazo bueno pasándolo detrás de su espalda y lo pego a la pared.- No estamos para bromas tío. Deja de molestarme porque yo podre salir herido pero al final vosotros sois los que se llevan los huesos rotos.- Miro a Diego quien dio un inconsciente paso a atrás.

-Guillermo.- escucho dos voces que le llamaron en coro, cada una venia de un lado completamente opuesto. Miro al autor de esa inigualable voz chillona. Su corazón se detuvo. Giro la cabeza en dirección opuesta y vio a su petiso amigo llamándolo. Se dirigió a donde Alex y lo tomo del brazo halándolo lejos de la escena.

10 Días Mintiendo [ FanFic Wigetta ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora