Cap. 3: Lidiando con lo nuevo

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Lo que hizo Austin no había quedado sin castigo, ya que los licantropos y los chupa sangre tenían un acuerdo de paz fue expulsado de la mansión junto a sus cómplices y su hermana que era la única que pensaba que debió haber detenido a su hermano de todo ese grupo, el jefe vampiro; un hombre alto, piel pálida, pelo rubio y ojos carmesí que aparentaba unos muy hermosos 34 años llamado Astor le dio unas muy sinceras disculpas por ese incidente. Desde que el acuerdo fue pactado y firmado el crear híbridos había quedado prohibido si no era totalmente necesario para salvar la vida del miembro de alguno de los clanes. Astor en realidad tenia unos 610 años de edad y ya que había nacido entre los siglos 13 y 14 conservaba modales muy de antaño pero tenia una mentalidad abierta y una gran cantidad de paciencia para sus discípulos y seguidores al menos que rompieran una muy antigua regla.

Loreta se quedo en esa mansión hasta que el medico del grupo dijera que ya estaba estable por la presencia de la luna llena ya que al encontrarla estaba alterada y estaba asustada pensando que todos ahí la maltratarían, sus más bajos instintos la controlaban hasta que James logro convencerla diciendo que todos ahí conocían quien era ella y su padre y tan sola la presencia de él lograba hacer que entrara en razón. Por suerte los licantropos no se lo tomaron tan a pecho ya que había sido una situación aislada que no mostraba querer romper el tratado y Daniel se alegro que su pequeña estuviera bien, o al menos no muerta y vacía de sangre.

Los días pasaban hasta volverse mes y Loreta aun no se había ido a casa. Un día, James la encontró en una sala de reuniones con un piano viendo por la ventana con el sol dándole en el rostro que ahora era un poco más pálido por su nuevo estado y un pequeño humo salida de su piel, se quemaba ligeramente pero no le causaba dolor

-¿disfrutando del sol?- dijo él tomando la por sorpresa

-oh, hola, si, ¿cómo haces para que tu piel no se queme?

-bloqueador solar, es más útil de lo que crees si eres así... ¿no te duele?

La vio mirar su piel con curiosidad y examinarla con la mirada poco a poco y negar con vigor. Se notaba que todo lo que sentía en el interior era nuevo y de alguna forma desagradable. Cerro las cortinas y se sentó a su lado mirando la

-se que es nuevo...

-... ¿crees que Peter acepte esto?- le pregunto del tirón con la mirada al piso sorprendiendo lo

-si, no veo por qué no, ¿por? 

-él... bueno, ya sabes, es un lobo y... no se si le guste de esta... -paro en seco y sintió sus mejillas colorarse de tal forma que parecía un tomate, lo vio y él tenia una sonrisa irónica 

-al fin lo admites -dijo en todo juguetón mientras la veía ponerse más roja- creo que era el único que notaba que ustedes dos tenían algo, es tu mate ¿no? 

-mi ¿qué?

-tu alma gemela, es un termino licantropo para las parejas perfectas, noté la forma en que te miraba la primera vez después del incidente del lobo misterioso y tú no estabas exactamente viendo al paisaje 

Ella se cubrió la cara con las manos avergonzada por lo obvia que había sido con sus gustos románticos ya que pensaba que todas esas cosas de amor y cariño entre parejas eran muy ridículas y se sentía como una hipócrita al mostrarse enamorada de uno de sus mejores amigos. Y si lo piensan, no James no se sentía celoso sino más bien feliz por ellos dos, era como si una hermana menor hubiera conseguido al correcto que la cuidaría bien y no como otros que solo la querían por su aspecto físico o para sacarle algo. James se levanto y se sentó frente al antiguo piano de color negro y abrió la tapa, acaricio suavemente las teclas blancas y negras brillantes llenas de polvo al igual que el resto de la estructura ya que casi nadie tocaba ese piano por verlo como una simple decoración, empezó con una melodía alegre que hizo que Loreta subiera la mirada interesada por el talento musical de su amigo y se sentó a su lado viendo como presionaba las teclas de tal forma que hacia que ese hermoso instrumento de cuerdas sonaran de manera alegre y hermosa, y James tenia una de sus más hermosas sonrisas mientras tocaba.

Por fin volvió a casa después de una velada de música y ya se había acostumbrado a sus nuevas "habilidades", por así llamarlas. Su padre por suerte había tomado con calma todo el asunto y pensó que, si paso es que fue por alguna razón justa, así que decidieron dejar el tema de lado por ahora. En vista de las circunstancias y que su hija resultaba toda una Alpha, decidió buscarle una manada ya que podía, la cosa era que, al ser tan protector con su "cría" consideraba que tenia que ser la mejor manada que existiera, lobos leales que la ayudaran, obedecieran y siguieran en todo lo que ella hiciera; "lo mejor de lo mejor" como siempre se expresaba cuando se trataba de Loreta. Pero ella ya tenia escogida su manada, donde estaba Peter y Lucas y se había enterado que les falta un miembro, ya que Alan, el hermano de Lucas, había muerto en una cacería por un ser que aun no podían decir que fue. Claro que una manada de 3 no es una manada y ella no tenia la menor idea por donde buscar miembros y su padre estaba con la cabeza muy inflada de orgullo buscando jóvenes lobos para realmente ayudarla a buscar, seria mejor solo intentar relajarse.

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⏰ Última actualización: Jul 03, 2017 ⏰

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