—¿Por qué la defiendes tanto? ¿Es acaso que te da miedo acabar con tus fiestitas? — pregunto irónico frunciendo el seño.
—No quiero pelear Justin, sabes que solo fui a ese lugar por que estaba furiosa. Tu si te podías ir de fiestas con tus amigos, pero yo no. ¿No crees que sea injusto?
—Injusto para mí. No voy a fiestas, voy a reuniones de negocios. Existe una gran diferencia en eso.
—Se muy bien lo que hacen en ese lugar Justin, deja de querer engañarme ¿No te das cuenta de que se que hay malditas putas?
—No las llevo yo, las llevan los chicos no se las puedo sacar simplemente porque mi novia sea una maldita celosa ¿entiendes?
—¡Vete al diablo! Y deja a Angie en paz — lo fulmine con la mirada y el también lo hizo, decidí ignorarlo y terminar mi desayuno. Es tan increíble como de un momento estábamos bien y al siguiente mal.
—Debo irme a casa —Dije cuando termine y me apresure a salir de la cocina, aunque en realidad no quería irme, pero si seguía allí terminaríamos peleando, otra vez. Cuando baje las escaleras ya estaba vestida con unos jeans, unas vans y una blusa que había olvidado en la habitación de Justin, o por lo general traía algunas prendas y las dejaba aquí por si las necesitaba. Era mas el tiempo que estaba en esta casa que en la mía.
Justin estaba apoyado en el respaldo de la puerta de la cocina con los brazos cruzados y una fría mirada.
—¿Dónde esta mi teléfono? — dije acercándome a él.
—En la mesa de la cocina.
Asentí y fui a buscarlo. Lo metí en mi bolso, para luego salir de allí.
—Bien, eso es todo. Adiós — cundo me di vuelta su mano me agarro del brazo.
—¿No saldrás a ningún lado?
—No — Dije dándome vuelta y tirando de mi brazo para que me suelte— De todos modos si saldría, seria para una reunión de negocios. Como tu. ¿Eso esta bien?
—No jodas conmigo _____. Mande a algunos chicos a vigilar tu casa, solo por precaución. Yo tendré que salir a un viaje para negociar con un tío muy importante. Espero que te comportes bien ¿Entiendes a donde quiero llegar?
—Nada de fiesta ni de amigos.
—Exacto.
—Pues no me importa, hare lo que quiera. Pero solo que tendré mas cuidado a que reunión de negocios voy — dije irónicamente.
—No me hagas enojar _____. Deja de comportarte como una maldita niña. Haras lo que te dije por tu bien, de todos modos estarás bien vigilada.
—Lo que digas — dije desinteresadamente, pero sabia muy bien que tendría que hacer lo que él diga, por los malditos conflictos que tienen entre grupos.
Me acercó bruscamente y me beso sujetando mi cabello y con su otra mano presionaba mi trasero haciendo que mi sexo se frotara con su miembro, gemí suavemente al sentirlo duro.
—No olvides que sigues siendo mía, mi jodida chica — Gruño bruscamente y se alejo de mí para subir las escaleras. Dejándome con la respiración agitada.