Recuerda, tú nunca me quisiste.

Placer

Natalie Guzmán

Lo mire un largo rato, el es demasiado guapo, si no estuvierá Joseph en la clase seguro que Alberto sería el más atractivo.
Pero...es un mujeriego, ha tenido tantas amigas con derechos, tiene sexo cada semana y solo... ¿cómo puede llevar una vida asi un chico de 16 años?
Lo veo abrazando a Karla por detrás, se pega mucho a ella por lo que he notado, pero se que a ella le gusta Xavier por lo que no muestro celos, bueno, si me dan celos, el debería venir y abrazarme a mi.
Noto que Karla me sonríe lo cual no quiere decir nada bueno, se acerca dando saltitos hacia mi diciendo en voz alta.

-Nat, he decidido que Vicky ya no será mi madre ni Joseph mi padre-Su sonrisa, esa sonrisa, vi que Alberto se acercaba a platicar con Xavier, mi corazón se empezó a acelerar con solo verlo pero me controle.

-¿Y eso?

-Pues me vendieron-Entrecerro la mirada mirando a Joseph quien le dijo que no fue asi- Asi que, ¿quiéres ser mi nueva mamá?-Puso un cara de lo mas adorable.

-¡Claro que si!-Le exclame abriendo mis incitandola a abrazarme.

-Y mi padre...-Oh ya veo por donde iba la cosa, no, no lo hagas-¡Alberto!

-Mande-Se dió la vuelta dandonos miradas a todas pues mi mejor amiga estaba a lado mio en silencio.

-¿Quiéres ser mi papá?-Le dió una sonrisa poniendo sus manos entrelazadas en sus espaldas balanceando su cuerpo se manera tierna.

-Claro-La abrazo demasiado para mi gusto-Pero tendrás que decirme papi-Se le acerco al oído al decirlo pero lo escuche.

-¡Eres un cerdo Alberto!-Le grite, tal vez Karla no entendiera porque es una niña muy inocente pero yo sí, y no me agrado en lo absoluto.

-Está bien-Bajo la cabeza avergonzada, oh niña el es un cerdo, el cerdo que me gusta-Papi.

Veo que Alberto sonríe mirandola un rato más antes de irse nuevamente con sus amigas, no negare que siento esa opresión en el pecho al ver la cercanía de ambos.
El resto del día paso, solo hablamos cuando Karla iniciaba la platica entre los tres y nos dejaba a solas dandome una mirada complice, pero terminabos en una pequeña pelea en la que el se iba cansado de hablar conmigo.

-Asi qué esposa mía, ¿qué me vas a dar de comer?-Alberto aparecio de repente en el receso frente a mi.

-No soy tú sirvienta ni tú madre, adiós-Me levante para ir a la cafetería a comprar mi desayuno-¿Vienes Karla?.

-Ehm no yo ire a ver...a Lucas-Sonrío avergonzada con un regalo en sus manos, cosita linda, note qué cuándo dijo eso la mirada de Alberto cambió ligeramente pero enseguida se fué con sus amigos a platicar, supongo qué solo son imaginaciones mias.

-¿Qué no estabas colada por Àngel?

-Es mi gran amor-Suspiro soñadoramente.

-¿Y Xavier?

-También-Río, está niña es más confusa qué dios sabe quién.

Me fui a comprar mi desayuno con mi mejor amiga Nicole, decidi comprar una hamburguesa y un agua natural pues mi limitada economìa no me daba para màs.

Al regresar escuche cómo Alberto miraba a las del taller de danza practicando su baile, en ese grupo esta su antigua amiga con derechos, los chicos la señalaban diciendo que se puso más buena y lo peor fue el "Hay que recuperar culos viejos" de Alberto, argh, algunos chicos pueden ser tan asquerosos y la verdad que esa chica sería una tonta si acepta ir porque el le puso alto a lo que sea que tuviese de una manera espantosamente grosera.

Empuje la puerta bruscamente al entrar al salón, me siento irritada con lo que escuche. Nicole no me dijó nada, está acostumbrada a mis repentinos cambios de humor, en cambio Victoria se acerco a mí preguntandome qué tenía a lo que murmure un "lo mismo de siempre".
Victoria, Nicole, Karla y yo somos  un grupito, Victoria es la inteligente, saca buenas calificaciones en todo, responsable, abierta y amable, Karla es la de buen corazón, un encanto que da sin esperar nada a cambio, considera a todos sus amigos, Nicole es la seria y cerrada de nosotras y mi mejor amiga, y yo soy la amargada, respondona, y grosera.

Salí del salón cuando los chicos se quitaron de dónde estaban, me asome a ver a las chicas bailar, ¿por qué no puedo tener un cuerpo así?, nunca me había molestado ser delgada, podría decir estar orgullosa de comer y no engordar pero mis huesos se notan y al ver a los chicos babear por las chicas carnosas me hace sentir por primera vez envidia.

-Nicole...-Llame a mi mejor amiga que llegaba-¿Tú crees que le pueda gustar a Alberto?

-No lo sé-Respondió mirandome fijamente-Pero-Hizó un pausa, le preste atención cuándo la vi mirarlo-No me fiaría de él, en ningún sentido.

Eso lo sé, no es nada nuevo aunque la mirada que dió me dejo confundida. Lo malo de Nicole es que no te dice las cosas por completo, te las insinua o las dice de manera incognita por lo que solo las entiende uno cuándo las vive. Y siempre tiene razón.

Genial, yo matandome pensando en un chico, después de mi fallido romance anterior, si se le puede decir así, decidí que me concentraría en estudiar y vaya que fracase, como siempre. ¿No puedo hacer algo bien? Por dios, si no tuviese sentimientos asi no estaría martirizandome de este modo, malditos hombres.

Veo llegar a Karla y con su llegada Alberto le empieza a hablar pasando su brazo por los hombros de ella que lo empuja suavemente. Espero que sean ideas mias, porque de no ser asi, juraría que el está gustando de Karla...

-¿Nati?-No supe en que momento Karla se plantó frente a mi-¿Qué sucede?

-Te diré una cosa-Mire a Alberto fijamente-Si logró enamorar a Alberto, será un placer hacerle pagar por todas las chicas con las que ha jugado.