Abro los ojos ante la claridad del sol que se hace paso a mi habitación a través de las ventanas. Veo otra luz delante de mí, tan suave y bella mientras duerme mi hermosa mujer. Me gustan las mañanas como estas, mañanas vírgenes, en que la alarma no ha violado mi paz. Una mañana que me permite admirar la belleza de quien amo, y la belleza del mundo.
Le acaricio el cabello y ella sonríe, sublime, sus ojos verdes abren lentamente y se encuentran con los míos. "Buenos días cariño" me dice en su tono dulce, la beso y nos abrazamos aún acostados, cinco minutos de paz hasta que suena la alarma.
Ella entra primero a su trabajo, asi que mientras ella se prepara, yo cocino el desayuno. Escucho la ducha a lo lejos mientras en la cocina hago el desastre del dia a dia. Sale, nos sentamos, desayunamos intentando no tener mucha prisa. La prisa es la esclavitud del hombre moderno. Hay tiempo para todo.
Luego me preparo yo, mientras ella se viste, termina y como siempre, entra al baño para que yo la admire. "te ves bella mi amor" le digo con una sonrisa en la cara, la beso y entro a la ducha. Me mira un segundo, lela, pensando, enciende su teléfono aun mirandome. Me señala con el celular "la agenda, mi amor" desenredando mi pelo "está todo ahí vida mía, te dije ayer". Saliendo del baño "gracias mi amor, te deje el traje para hoy sobre la cama para que no pases trabajo escogiendo como ayer", "gracias vida" le dije. Asi se fue ella para su oficina.
Tan hermosa, tan bella, tanto que la amo. Muchas personas agradecen la existencia de sus madre, yo agradezco la de mi mujer, mi única aliada.
Mi traje corto, mi blazer secretarial, tacos lo suficientemente alto para la oficina. Ella siempre me viste "proper". Me mire al espejo mujer, bella, sofisticada. Mi cabello rubio y las hondas que le di con él "blower". Me observo bien, me aseguro que todo esté en su lugar. "Perfecta" me digo, entonces me maquillo.
Salgo al trabajo y comienza la rutina, me tranquiliza saber que todos los dias esconde la sorpresa del reto del dia. Ser asistente del director de operaciones de una corporación tiene sus enganches, por lo menos en mi libro.
Un ejemplo de ello, ayer ella tuvo una reunión extraordinaria con colaboradores de otra empresa, se fue de inmediato y toda su agenda fuera de ello recallo en mis manos. Entonces era yo quien estaba "reunida" con los empleados internos, observando los trabajos, hablando con los supervisores, revisando el papeleo, y además de todo ello, manteniendo la agenda al día para hoy.
Él enganche mayor es jugar que soy, cuando no.
No tuvo tanta sorpresa hoy, hoy fui asistente. Hoy, a mitad de día, recordé mi cita a la noche con mi bella mujer. Esa fue la sorpresa, nuestra cena del mes. Fue mi motivación para sonreirle todo el día mientras trabajamos. La sonrisa secreta del diario vivir.
Pero bueno, nada más que decir, estoy aquí sentado delante de ella. Ella en su bello traje, sonriendo, hablando y moviendo su cabello, las velas del restaurante alumbrando su piel a la perfección, yo viéndola, ser ella, ordenar, hablar con él mesero, mirarme y preguntarme tímida "Que me miras?" y yo mantener silencio sin contestar, admirando a mi bella mujer en silencio...
Quien no nos conoce piensa que somos hipócritas, que nos aprovechamos de las cosas, que yo la utilice para escalar en mi trabajo, y que ella hizo que me nombraran como su asistente, la realidad es otra, ella solo me ha apoyado como nadie. Ha guardado mi secreto, el secreto de un hombre, que por ser muy femenino en apariencia no conseguía ejercer la profesión por la cual estudio. El secreto de un hombre que fue a una entrevista de trabajo vestido como mujer y poco a poco ha ido escalando en dicho trabajo. El secreto de un hombre que conoció, siendo hombre, a una mujer y se enamoró de ella. El secreto que un matrimonio logró sobrepasar, y que ahora, por cuestiones de la vida, son matrimonio en el hogar y compañeras de trabajo en lo laboral.
Divertida, mi vida como mujer...
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En 24 horas
Short StoryUna recolección de cuentos que se derivan de la experiencia vivida del autor. Cada cuento le dejará con un sinsabor, sin embargo, cada uno de ellos será muy diferente. Todos han sido alterados de tal manera que no representan la realidad de la que...