El Grupo C: Inmortal (FanFic Maze Runner) (EGC #2)

Capítulo 4: ¿Celoso Newtie?

Narra Minho.

Bueno esta claro que de por si antes de esto ya pasaban cosas raras, pues ahora eran mas raras.

Volví a ver por el dupto haber si de casualidad había aparecido quien me aventó en papelito.

Pero seguía vacío.

Cuando alguien toco la puerta.

-¿Hay alguien?- pregunto una voz femenina afuera.

-Si- respondi en voz baja.

Y apenas pude distinguir un suspiro de alivio en el dupto de ventilación.

Volví a revisar por última vez y no había ni una miserable araña.

No me quedó más opción que salir.

No reconoci a quien esperaba para entrar, es más ni siquiera le había visto por completo la cara.

Y en cuanto salí del baño me dirigí al sillón para seguir durmiendo.

Pero no podía, no hacia mas que conectar todos los sucesos, para hayar una respuesta clara, pero nada, todas las posibles respuestas terminaban hasta ahora en un fallo.

Y no me quedó más que cerrar los ojos y dormir.

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Sentí una ligera presión en el pecho.

-Hey! Despiertate!- dijo una voz conocida, que si no me equivoco era la voz de Newt.

Abrí los ojos y era Newt y estaba sentado sobre mi.

-Ya despiertate v:

-Quitese de encima- dije.

-Bueno, ya que insistes.- se quitó de encima.

Me frote los ojos y bostece.

-¿Que hora es?- pregunté.

-Si supiera te lo diria- murmuró.

-¿Y que hora es?- volvi a preguntar.

-Pues no se- dijo.- Pero supongo que ya han de ser pasadas de las 11:00.

-Genial, y yo que según tenía insomnio.- murmure.

-Se nota- dijo Newt.

Cuando la puerta se abrió y dejo entrar a la persona que entraba a diario a las 12:00 sin falta. Para hacer... no se que, pero entran mueven algo de él último mueble de la sala y se van, sin cruzar palabra con alguien.

Pero esta vez era diferente, la misma chica que estaba en la foto, y la misma que emitió la alarma entró por esa puerta.

La seguí con la mirada y ella también lo hizo, hasta que llegó al mueble ese.

Me levanté y me dirigí a ella.

-¿Te diviertes?- pregunté.

Solamente volteo con una mirada fría y volvió a concentrarse en su trabajo.

-¿Quien eres?- pregunté.

-No te importa- murmuró.

La verdad no pensé que me fuera a contestar, solamente quería fastidiarla.

-¿Quien eres?- volví a preguntar.

-Igual... no me conoces- murmuro.

Abri los ojos como platos.

Volteo y me guiño un ojo.

Después se alzó y se empezo a alejar hasta desaparecer por la puerta.