El Poder de Siete es la Fuerza de "Uno"

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Capítulo I

Uno es Igual a Dos

—Otro día el cual me toca recoger la paja que dejan los caballos al comer, ya estoy cansado de hacer siempre lo mismo. —Dijo Jake molesto—

—Vamos Jake, cuando termines de limpiar te va a estar esperando tu comida favorita en la mesa.

—Mencionó la mamá de Jake—

—De acuerdo mamá. —Refunfuñó Jake—


Me dirigí hacia el cobertizo, una pequeña construcción de madera podrida que estaba a punto de desmoronarse totalmente, abrí la puerta lentamente mientras pedazos de madera caían en mi cabeza, finalmente recogí el rastrillo y salí rápidamente del cobertizo antes de que se viniera abajo conmigo dentro de él. Al estar afuera comencé a caminar hacia los establos en donde los caballos estaban comiendo y haciendo todo su desorden, pero en eso veo al fondo de la cerca que delimitaba nuestra propiedad a unos cuantos caballeros, se acercaban rápidamente en caballos negros, estaba totalmente confundido ya que no sabía para que venían aquí. Una Chica con un vestido brillante de color negro venia cabalgando en uno de esos caballos, venia escoltada por todos esos caballeros.

La Chica misteriosa se bajó lentamente de su animal, su vestido era hermoso, no podía imaginar lo que debió haber costado. en eso se acerca a mí y me hace una pregunta.


—¿Tu eres el dueño de esta propiedad?

—No. —Conteste con voz temblorosa. —

—¿Se encuentra por aquí?

—¿Para qué buscas al propietario? ¿Algo en especial?

—Yo soy quién hace las preguntas aquí. —Dijo Firmemente—

Me quedé sin palabras en ese momento y no supe que decir.


—Preguntaré por última vez, ¿Se encuentra el propietario por aquí? —Dijo con una voz molesta—

—Sí. —Conteste con voz débil— Está en la casa de al fondo.


La Chica voltea hacia la casa y se dirige hacia ella con todos los caballeros detrás, cuando llega a la puerta de la casa la toca con una gran fuerza. Mi mamá sale para revisar quien era y qué necesitaba, pero en eso la Chica se agacha lentamente y se levanta el vestido, saca una daga y sin pensarlo se la clava a mi mamá, salí corriendo para detenerla, pero ya era demasiado tarde y cuando menos me di cuenta ya tenía a tres caballeros deteniéndome contra mi voluntad por la espalda mientras la Chica le retiraba la daga a mi madre, la cual se encontraba en el suelo desangrándose y gritando de dolor. La mujer misteriosa se acercaba hacia mí, no le pude ver el rostro y antes de que pudiese decir algo, me había noqueado con el mango de la daga.


Momento después, desperté en una especie de calabozo, con unas paredes de piedra las cuales estaban llenas de musgo verdoso, una cama de madera que colgaba desde la parte derecha de la celda, y una pequeña reja que daba vista a una gran torre de piedra.

—Mi cabeza. —Dije con un dolor enorme— Me duele demasiado.


Enfrente de mi estaba una puerta pequeña hecha de madera con placas de hierro, la cual estaba siendo abierta por un caballero que me escolta por todo el sucio calabozo, subimos unas escaleras que llevaban a un pequeño coliseo que en el centro de él estaba una plataforma de madera con un pilar de piedra en medio de ella, imagine que ahí era donde me ejecutarían, ¿Razón? Desconocida.


—¿A dónde me llevas? —Pregunté al caballero que me escoltaba. —

—No me permiten hablar con los prisioneros, lo siento.

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⏰ Última actualización: Jun 08, 2016 ⏰

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