Al final me fui a dormir. Era lo mejor que podía hacer que estar aguantando a mi mama hablando sobre su novio.
Me deprimía el echo que mi mama fuera tan linda para su edad. Tenia 40 años y tenia una piel perfectamente bronceada, sus gigantescos ojos cafés, su cabello negro hasta los glúteos y esa gruesa boca siempre pintada por un impecable labial rojo intenso.
En definitiva era la mujer mas bella que conocía y yo, su primera y única hija, era todo lo contrario a ella. Cabello castaño claro, piel mas blanca que la leche, ojos grises y una boca de tamaño común.
No era nada linda, nunca me arreglaba y aunque lo hiciera seguiría siendo igual de fea, no entendía porque mi mama saldría con ese hombre 10 años mayor que ella, a lo mejor por su dinero, ella me decía que se sentía segura que todos necesitamos a alguien que nos haga sentir importantes y felices.
¡Puras mentiras!
Nadie es importante para nadie, mas que para uno mismo, pero la gente se ciega con esas grandes farsas del amor y la religión. Nunca en mi vida he sentido el mas mínimo amor, ni siquiera de mi madre.
A la mañana siguiente mi madre me fue a levantar de la cama.
-¡Ginebra! Levántate a preparar el desayuno- Dijo mi mama con un tono seco.
-¡Agh! Mama ¿Cuando sera el dia que me despiertes para decirme algo bueno?- Dije tan enojada como siempre.
-El dia que no te quejes de todo.- Dijo y cerro la puerta con enojo.
Me levante de mala gana y salí descalza.
-Ya vine, ¿Que quieres de desayuno?- dije con los ojos entrecerrados.
-Lo que sea, pero apúrate tengo poco tiempo y con lo lenta que eres supongo que sera lo mas sencillo posible- Dijo reprochando.
Me tuve que tragar mis palabras y comencé a preparar unos huevos con tocino. Se los serví en su plato y me dirigí a mi habitación.
-¡Ya me voy a trabajar!- Supuse que termino sus desayuno y salí después de escuchar la puerta cerrarse con agresividad.
Me alegraba que se fuera, le daba gracias a dios darle la oportunidad a esta mujer de poner una estética con Spa, eso la mantenía ocupada todo el dia y me hacia tan feliz el echo de tenerla lejos de mi.
Mi madre y yo nunca nos llevamos muy bien que digamos, y era lo mismo con mi papa y con todo el mundo.
Decidí no desayunar y me dirigí a mi cuarto a cambiarme, para salir un rato a caminar sola, como siempre.
Salí con unos Blue Jeans mas rotos que mis ilusiones, una camisa de un grupo de rock que desconozco y unos converse negros.
Comencé a caminar sin rumbo por la ciudad y termine frente al centro comercial, decidí entrar para ver, encontré algunos distractores por mas o menos una hora, y termine varada como una balsa frente a un local de tatuajes y me atreví por primera vez en mi vida a hacer algo que siempre quise hacer, me dirigí al local y le dije al chico en el aparador que quería un tatuaje.
Me metieron a un cuarto y me sentaron en un tipo sofá a esperar a la tatuadora.
Llego unos cuantos segundos después y me marco la piel.
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Forever 16
Teen FictionGeneralmente a nadie, incluyéndome, le interesaría saber de la vida de un adolescente, pero que más da a todos nos gustaría contar un poco de nuestra vida . Así que aquí te contare mi repulsiva vida.