Si dentro de mis pecados no logro conquistarte...
Si mis versos no sirven para enamorarla, si mis palabras y acciones no valen nada, es el momento perfecto del adios...
El momento perfecto de decirte lo mucho que te odio, que te odio por tenerme aferrado a seguir viviendo así, seguir viviendo en la forma en que vivo, en que vivo solo para amarte, solo para protegerte, solo para verte feliz...
Y te odio tanto, pero tanto amor; que he terminado enamorado de ti...