La intrusa

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Hoy he tenido una pesadilla horrible,volvía a ser la chica nueva de clase,lo peor de esta pesadilla es que se con certeza que se cumplirá  dentro de unos meses.He cambiado dos veces de instituto y varias de clase, para mi es todo lo mismo,gente nueva que se pregunta de donde has salido pero ninguna se atreve a preguntártelo y prefieren esperar a que tu des el primer paso,después de todo eres tu la "intrusa", no les culpo, llevar toda la vida con los mismos compañeros y que de repente llegue alguien nuevo salido de la nada puede descolocar un poco, yo he tenido la "suerte" de haber vivido ambas cosas, desde los tres años hasta los catorce he estado con los mismos compañeros,los cuales eran gran parte de mi vida en aquel momento y tengo que admitir  que con la llegada de alguien nuevo todos nos llenábamos de dudas pero muy pocos nos acercábamos a hablarles, aunque poco a poco siempre acabábamos integrándolos. La inocencia y la facilidad de hacer amigos de un niño es algo que a día de hoy me sigue sorprendiendo, pero en el instituto todo se complica.

Mi colegio solo tenia hasta 2 de la ESO así que tuve que buscar otro instituto, no os voy a mentir, estaba muy ilusionada de empezar de cero, siempre fui muy alegre y despierta y la simple idea de conocer a gente que compartiría conmigo la adolescencia me hacia saltar de alegría,aun me acuerdo de aquel día....

Desde pequeña suelo madrugar mucho así que para cuando sonó el despertador yo ya estaba desayunando con mi hermana mayor,ella había ido a clase con algunos de mis nuevos compañeros y mientras tomábamos nuestros respectivos desayunos me contaba anécdotas que había tenido el año anterior con ellos.La verdad es que no me hacia gracia que mis futuros compañeros me conociesen como "la hermana de" aunque al mismo tiempo me ayudaría a hacer nuevas amistades ya que mi hermana se solía llevar bien con la mayoría de la gente.Llegó la hora de ir, de camino mis nervios crecían y crecían, al llegar el miedo se apoderó de mi,me di cuenta de que por primera vez en catorce años estaba completamente sola.Una pequeña puerta gris con un cartel oxidado me daba la bienvenida, entré sin hacer ruido, a mi izquierda había una ventana que daba a una pequeña sala donde una mujer mayor me miraba indiferente,me retiré mi castaño pelo de la cara y le pregunté  que donde estaba el salón de actos donde harían la reunión para los nuevos alumnos,la mujer inclinó la cabeza hacia la derecha y levantó las cejas con los ojos fijos en una gran puerta de madera, le di las gracias pero enseguida bajó la mirada y siguió con lo suyo.La sala estaba llena de gente y me senté junto a unas chicas que parecían tan perdidas como yo. Después de una charla infinita por parte del director del centro nos fueron separando por grupos, por fin podía ponerles cara a las personas que me acompañarían durante un año, subimos hasta el primer piso y entramos en una de las aulas, mi nuevo tutor (un hombre serio con gafas y pelo blanquecino) nos fue sentando por orden de lista, a mi lado se sentó un chico alto y delgado, no parecía nervioso y mucho menos asustado, soltó un gran suspiro y se puso a hablar con otros chicos sentados don mesas más atrás, había encontrado el grupo de los repetidores, y por lo tanto los antiguos compañeros de mi hermana.Mi profesor volvió a pasar lista para asegurarse de que estábamos todos sentados correctamente, yo estaba un poco desilusionada al ver que mi nuevo compañero de mesa no mostraba el más mínimo interés en conocerme, pero cuando el profesor dijo mis apellidos reaccionó,giró la cabeza sin mostrar ningún tipo de entusiasmo, me miró de arriba a abajo, frunció el ceño y me preguntó:

-Eres la hermana de Aida?

Exacto, no había pasado ni una hora y ya era la "hermana de" en cuanto a su gesto de confusión no le culpo, mi hermana es mucho más alta que yo, con el pelo corto y rubio y unas pequeñas gafas metálicas que aumentan sus grandes ojos negros, mientras que yo soy más bien pequeña y delgada, con un largo pelo castaño demasiado lacio para mi gusto y unos pequeños ojos tristes marrones verdosos.Miré a los ojos del chico y afirmé con la cabeza, en ese momento pensé que entablaríamos una pequeña conversación, pero se encogió de hombros y volvió a girarse.

La hora del patio se acercaba, todo el mundo se levantó a toda prisa y pude ver con total claridad los grupos en los que se dividía mi numerosa clase, los repetidores nos miraban y se reían, cuatro chicos hablaban de videojuegos mientras mirabas con asco a un grupo de chicas de las cuales la mitad iban muy maquilladas y bien vestidas, me dispuse a salir al patio pero antes de poder salir noté que alguien me agarraba del brazo, era uno de los repetidores.

-Será mejor que cojas tu mochila hermana de Aida, suelen entrar a robar.

Le di las gracias y le obedecí, me parecía extraño que entrasen a robar ya que el tutor se encargaba de cerrar la puerta con llave una vez todos fuera pero decidí hacerle caso, no perdía nada, respecto a mi nuevo mote... estaba claro que mi compañero de mesa ya se había encargado de contarle a sus amigos que yo era la hermana pequeña de Aida.

El patio era pequeño y triste, no sabia a donde ir así que decidí sentarme en un pequeño banco de piedra, no pasó mucho tiempo hasta que un grupo de chicas se acercó a mi, no tardé en reconocerlas,aquel maquillaje llamativo y la ropa a la moda les delataba , al principio me mantuve distante, para mi esto era nuevo,por primera vez yo era la nueva, la intrusa y me daba miedo no ser aceptada, a partir de ese momento fui conociendo a todo el mundo, pero no podía quitarme de la cabeza a mi antigua clase, sobretodo cuando contaban anécdotas de años anteriores y mientras todas se reían al recordar viejos tiempos yo solo podía sonreír y fingir que sabia de lo que estaban hablando. 

la alegría podrida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora