Siempre Contigo (Gaara)

capitulo 1

El receso en la institución acaba de comenzar. Solo veía como Ino comenzaba a proponer cosas para el fin de semana.

—¿que les parece si mañana vamos a las piscinas?

—Apuesto a que ya has planeado todo, verdad Ino

Ino sonrió levemente para después decir

—claro que si.

—y ¿que has planeado?

Dijo Shikamaru

—ir por la tarde a las piscinas y por la noche al cine. —dijo sonriente —¿que opinan?

—seria genial —dijo Kiba

—¡claro que si! —grito Naruto

—¿Mikasa?

—si, si, esta bien.

le sonreí.

—entonces cuando los demás se desocupen les diré —dijo Ino sonriendo ampliamente.

—Mikasa, Gaara te esta buscando... —dijo Lee con la respiración agitada.

—¿en donde esta?

—te esta esperando... —tomo una bocanada de aire y continuó —esta en las mesas del jardín.

—ok gracias, adios.

Me despedí de todos para levantarme de mi lugar y después comenzar a caminar por los pasillos a paso apresurado. La emoción se reflejaba en mis ojos. Pues ya había pasado más de una semana desde la última vez que lo vi.

al llegar a la puerta del jardín, justamente estaba allí, sentado arriba de una de las mesas que estaban debajo del árbol de sakura, el viento sacudía suavemente su cabellera roja, esa que tanto amo. Corrí unos cuantos metros para después saltar ensima de él y abrazarlo fuertemente, él coloco sus manos al rededor de mi cintura, extrañaba su leve olor a menta, su olor me enloquecía.

—Mikasa... —Susurró suavemente en mi oído. —te extrañé.

Lo vi a los ojos y sentí algo de calor en mis mejillas. Ante esto él sonrió levemente y me beso.

Sus labios se movían suavemente sobre los míos. Coloqué mis brazos en su cuello para acariciar un poco su cabello, el que tanto amaba.

Corto el beso para después susurrar:

—Te compre algo en Nueva Zelanda.

Sonrió y después me dio un corto y tierno beso en los labios.

Me aparte un poco de su abrazo para después verlo con un leve puchero —No, en serio... Siempre me regalas cosas y tú no dejas que yo te regale algo, es injusto sabes.

Él solo rió.

—vamos ya van a comenzar las clases.

Me tomo de la mano y comenzamos a caminar al salón de clases.

Aun no me acostumbro a las miradas interrogantes de los demás, pues es bien sabido que Gaara es un chico rudo.