En noches como ésta,
cuando el insomnio parece rutina,
leer no es suficiente,
escribir ya no trasporta,
y el café deja de ser el efecto de la falta de sueño.
En noches como ésta,
cuando no se piensa en un amor no correspondido,
ni en un sueño frustrado; sino que,
el alma parece querer otra cosa,
algo nuevo, algo fuerte,
algo para sentirse con vida.
En noches como ésta,
escribir con pluma no es suficiente,
hay que recurrir a algo más profundo,
como tomar un marcador y dibujar,
lo que sea,
lo que se venga en ganas, en todas sus formas.
En ésta noche,
no te pienso, no te escribo, no te celo ni te quiero,
sólo te deseo, te amo, te dibujo con locura,
como mi alma lo grite,
como te miren mis ojos.
En noches como ésta,
no tomo ni cafe ni mate,
busco algo diferente,
un vino por ejemplo,
de esos que guardas para ocasiones especiales,
como éstas en las que lo tomo sola.
En ésta noche,
me siento viva y despierta, y eso es bueno,
porque hacer el loco de vez en cuando,
también es sagrado.
