(Narra Laura)
Abrí la puerta de la habitación y vi lo que nunca desee haber visto, Ivan estaba encima de Ángela besándola con toda la pasión de mundo que ni a mi me besó así. Me siento devastada por dentro, nunca pensé que me engañaría y yo que siempre le fui fiel, pero esto tarde o temprano va a acabar, o mejor dicho, YA va a acabar.
Me pare en la puerta a observarlos con una lágrima brotando de mis ojos, apoyándome del marco de la puerta aplaudiendo.
- ¿Ya acabaron? -dije con sarcasmo-
- EH Laura no se que decirte, lo puedo explicar -dijo Ivan-
- Laura yo me voy... Lo siento -dijo Ángela-
- Te puedes largar PUTA -le dije a Angela y se fué al instante-
- Ahora debemos de hablar Lau -dijo Iván tomandome por las manos-
- Sueltame idiota, no te molestes en explicarme, esto se acabó, TU ME ENGAÑASTE. Si quieres puedes continuar con esa y hasta introducirte en ella si quieres! -dije con las lagrimas en los ojos-
Me fuí de la habitacion y cerré la puerta de un trancazo, bajé las escaleras con mucha prisa, con los ojos llorosos, me senté en el sillón de la sala y ambas manos las coloqué en mi cara para llorar y solo llorar, me siento tan destrozada que ni sé que hacer, si largarme o quedarme. De repente una voz me sacó de mis pensamientos.
- Laura! ¿qué te pasa? -preguntó Sebas sentándose junto a mí-
- No nada, tranquilo dejame sola -le dije con un nudo en la garganta-
- Anda dime, soy tu mejor amigo y puedes confiar en mí -me convenció-
- Está bien -lo miré- Es que... Ivan se estaba besando con Angela en su cama -Sollocé-
- Sabía que era un error volver con ella y gracias a Dios no lo cometí, ahora estoy como tu... Partiendome por dentro, ven vamos a mi cuarto -me ayudó a pararme-
- Gracias Sebas -lo abracé-
Subimos abrazados a su habitación, el me cargó hasta la cama y me hizo cosquillas, lo que causo que yo riera y me tranquilizara, pasó un rato y yo solo lo miraba y él a mi... No puede ser no me puedo enamorar de mi mejor amigo, no no no, aunque Bubu es mi amigo pero no me puedo enamorar de Sebas. Nos quedamos un rato hablando, el se quitó la camisa y pues mi mejor amigo es sexy hahaha, en fin, me acosté a su lado y me dormí en su pecho mientras el rodeó mi cadera.
[ . . . ]
(Narra Luisanna)
Me había quedado dormida en el sofá con Mario hasta el amanecer, me levanté y me quedé en el sillón ya que Mario no estaba conmigo, me levanté del sofá y caminé hasta la cocina donde él estaba cocinando panqueques de desayuno.
- Hasta cocinero el señor Bautista -dije acercandome a él-
- Claro, todo por ti belleza -dejó de atender la estufa y me beso la frente-
- Te quiero mucho, no sé que haría sin ti -lo abracé-
- Yo a ti te Amo preciosa -me miro a los ojos- A ver, ve a lavarte los dientes y a ducharte -añadió-
- Ya voy...
Me dirigí hacia me habitación y me dispuse a retirar de mi cuerpo la pijama que tenía puesta, luego procedí a ir hasta el baño donde me lavé la cara, los dientes y luego me di una corta ducha de agua fría del calor que está haciendo. Salí del baño y me puse unos shorts negros y una blusa blanca transparente sin mangas con puntos negros y unos converse negros.
Bajé a la cocina y ya el desayuno estaba listo, me senté en el desayunador y me dispuse a comerlo.
- Y como me quedo señorita? -preguntó-
- Pues muy bien señor Mario -reí-
- Me alegra hacerte feliz -dijo-
- Ah si? y a mi me encanta hacer esto -le puse miel en la nariz-
- Oye pequeña tu no te escapas eh -se levantó de su asiento-
Dejé mi desayuno por la mitad y corrí por toda la casa mientras el me perseguía, caí en el sillón y el cayó encima de mi donde nos quedamos mirandonos a los ojos, nada se interponía, sólo nosotros. De repente nos estabamos besando, fue un beso lento y suave y alguien daño mi precioso momento abriendo la puerta...
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