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Wow, esta semana paso rápida. 

Ya me dieron los días de los primeros exámenes, creo que moriré.

Cuando me di cuenta, en las clases de matemática lo buscaba.

Ni siquiera sabía su nombre, no lo conocía, no sabía absolutamente nada de el.

¿Por que sentía tanta curiosidad entonces? 

Odio matematicas, pero ya no me fastidiaba tanto el asistir a esa clase en particular.


Comencé a notar que el llega un poco tarde. 

Y que a veces se queda dormido en clases —muy seguido en realidad—

Y rara vez opina sobre los temas, pero cuando lo hace, logro escuchar su voz y vaya, es bastante gruesa y ronca. 


Llegue un poco tarde, junto con mi amiga —ya me siento en confianza como para decirle amiga—

Nos sentamos un poco al fondo, por suerte logramos encontrar asiento para ambas. 

Había un chico delante mio y no podía ver del todo gracias a su cabeza. 

Sin embargo no le dije nada y solo corría la cabeza de un lado a otro.

Fue entonces que lo vi cabecear. 

Se me helo la sangre.


¿Es el? 


—Miralo..se quedo dormido de nuevo. —escuche a otras de mis amigas decir por lo bajo. Hizo un chiste sobre lo cabezón que es y otras rieron, pero yo no.

Tenía mi mirada fija en su nuca. 

Volvió en si tras sacudirse un poco y copio lo que el profesor escribió en el pizarrón. 

¿Esta bien? Me dan ganas de decirle que se tome un café u algo para que despierte..

Pero la timidez me gano y no dije nada. 

Quedaría como una loca si le dijera eso de la nada. 



Dear Crush;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora