Karla sonreía, fascinada con todo lo que salía de la boca de Lauren. No era la primera vez que escuchaba un cuento de hadas, pero la manera que aquella mujer tenía para narrar, y la voz ronca pero suave, la hacían sentirse a ella misma como una de esas princesas en espera de su príncipe azul. Miró curiosamente a la narradora, mientras le acariciaba su cabello.
- Yo quiero que mi príncipe sea tan guapo como mi papá- dijo con seguridad.
- Así será, Karla. Y además te va a querer mucho- aseguró.
- ¿Tú cómo crees que sea al tuyo?.- Preguntó con inocencia. Lauren sonrió ampliamente.
- También, muy guapo- Mintió mientras sonreía.- Pero en lo que llega, será mejor que nos vayamos a dormir. Sus papás no tardan en llegar...
- ¿A dónde fueron?- preguntó en un tono medio triste Alejandro, quien también escuchaba atentamente la historia.
- A cenar fuera...
- ¿Ya no nos quieren?...- preguntó con tristeza.
- No digas eso... Tus papás siempre te van a querer y a cuidar. Solo necesitan platicar cosas de grandes y por eso nos dejaron aquí... ¿O no les gusta que me quede con ustedes?- preguntó haciendo un puchero y esa voz infantil que de vez en cuando le gustaba fingir y que la hacía sonar adorable.
- ¡Claro que nos gusta! Tú eres nuestra tía Lauren.- respondió Karla con un tono de obviedad, mientras le daba un beso en la mejilla que hizo morir de ternura a la de ojos verdes.
- Sí, nos gusta mucho- estuvo de acuerdo Alejandro.
- A mí también... Pero bueno, ya tienen que dormirse; mañana tienen que ir a la escuela.
- ¿Y si no vamos?... –preguntó intentando faltar.
- Tienen que ir, señorita... Así que, ¡a dormir!- ordenó con dulzura mientras los miraba tiernamente, para después llevarlos (a Alejandro cargando y a Karla siguiéndolos) hacia sus respectivas camas. Después de quedarse unos minutos, esperando a que se durmieran, dirigió sus propios pasos hacia la sala, y decidió a esperar despierta a Camila, pero el sueño la venció finalmente.
El café de sus ojos se perdía entre la oscuridad. Apenas atinó la llave dentro de la cerradura, y con cuidado abrió la puerta de su hogar. Encaminaba sus pasos hacia la escalera, cuando al mirar para abajo, se dio cuenta de que Lauren se encontraba dormida en el sillón. Se llenó de ternura al verla así y se acercó para apenas tocarla del hombro.- Laur... Vamos a dormir... - le susurró. La chica abrió los ojos y se reincorporó.
- ¿Tiene mucho que llegaste?- preguntó en medio de un bostezo.
- No, voy entrando...
- ¿Cómo te fue?...
- Lo mejor que podía ir, supongo...
- ¿Quieres contarme?...-preguntó tallándose los ojos.
- Mejor mañana... Me estoy sintiendo muy mal.
- Bueno, entonces vamos a dormirnos...
- Gracias por esperarme.
- No tienes algo que agradecer.
- ¿Mis hijos ya se durmieron?.
- Sí, desde hace rato.
- Gracias, de nuevo- dijo sinceramente. Sin decir más, se subieron por las escaleras y cada una se dirigió hacia su cuarto.
(...)
Ya pasaba de la media noche, y Lauren no podía dormir. Algo le angustiaba, sin saber exactamente que era. Decidió bajar a tomar un vaso de agua, para ver si conseguía calmar la sensación desagradable, pero cuando iba cerca del pasillo que unía los cuartos, escuchó el llanto que provenía del cuarto que solían compartir Camila y Shawn. Quiso respetar la privacidad de su amiga, pero no podía serle indiferente, por lo que se decidió a entrar en el cuarto. Miró a Camila entre la oscuridad, sentada sobre una silla, mirando hacia la ventana. Sin hacer ruido, se acercó a ella por la espalda, y la abrazó fuertemente. Camila lejos de sobresaltarse, le respondió al abrazo.
- Estaba esperando a que vinieras- le dijo con suavidad, mientras giraba su cuerpo.
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Sin Barreras (Camren/Laucy/Shawmila) COMPLETA
FanfictionLa vida de Camila era todo lo que siempre había soñado, al menos en apariencia, hasta que conoció a Lauren, la mejor amiga de su esposo, y tuvo que aceptar y vivir la verdad, enfrentarse a quien verdaderamente es, y a quien fue... Pero, ¿qué pasa s...