Sin Barreras (Camren/Laucy/Shawmila) COMPLETA

Capítulo 21 "El inicio del caos"

Sus pasos la guiaron justamente a donde hubiera deseado estar hacía muchos segundos. Entró con lentitud por la puerta que la separaba de la gloria que le prometía la manera en que todo estaba ambientado. El olor a vainilla se mezcló entonces con uno a rosas, proveniente de pétalos regados de manera traviesa en la cama donde todas las noches dormía. Entre la oscuridad se alcanzaba a distinguir solamente la figura delgada de la mujer que estaba enloqueciéndola desde hacía poco tiempo... De esa mujer con quien de nuevo sentía la emoción de una conquista y el vivir del día a día, descubriendo y creciendo, sin necesidad de atarse de manera alguna. Le agradaba de verdad el sentirse deseada, como hacía tiempo que no lo estaba. Sabiendo lo que tenía que hacer, se acercó a ella por la espalda, y le deslizó el trozo de la bata suave que le cubría el hombro, para luego darle un beso.

- Me encantó la sorpresa- le aseguró, mientras le abrazaba por la cintura.

- ¿Cómo pudo encantarte si aún no la has visto?- preguntó, girándose para quedar enfrente de ella y darle un beso prolongado en los labios.

- Bueno, entonces muéstramela- respondió, para besarle el cuello y apretarle la cadera en contra de su cuerpo.

- ¿Tienes prisa?- preguntó, mordiéndose el labio y mirándola a los ojos.

- No, solamente curiosidad- respondió con la voz un tanto más ronca de lo normal.

- Entonces dame un poquito de tiempo.- le pidió, jalándola hacia ella. La besó profundamente y le dio una sonrisa que no se alcanzó a distinguir entre la oscuridad. Al compás de la música, comenzó a aumentar la rapidez e intensidad de los besos, sumándose a caricias inquietas que les provocaban prolongados suspiros. Después de mucho tiempo sintiendo como cada parte de su cuerpo, decidieron que era momento de entregarse a que la llama las consumiera por completo, y así lo dejaron fluir, organizando cada movimiento que hacían, dejándose llevar por las ganas que tenían de fundirse en un solo cuerpo.

Justo cuando el ritmo de sus manos estaba en su máxima velocidad, Camila sintió como un espasmo estaba a punto de invadirla, y aún en la oscuridad y con los ojos cerrados, comenzó a ver las estrellas que solamente Lauren era capaz de mostrarle con tal facilidad. Ya sabiendo que su cuerpo se paralizaría a causa de todas esas sensaciones, no pudo resistirse ante las palabras que necesitaba decir; aquello de lo que estaba consciente desde hacía mucho, pero que no se animaba siquiera a modular, por temor a que los resultados fueran poco menos que caóticos. Pero su boca no podía callar más, y su corazón no quería seguir reteniendo todo lo que se amontonaba en él. – Te amo- dijo finalmente, sosteniendo la cara de Lauren, que estaba entre sus piernas. La de ojos grises no supo que responder, por lo que se quedó callada unos momentos, más que sorprendida ante tal declaración. Sin embargo, se acercó hasta ella y le besó el cuello, y posteriormente la boca. Después de unos segundos, intentó responderle.
- Camila, yo...

- No tienes que decir nada- aseguró, mientras le sonreía. – Yo sé que no sientes lo mismo por Mí- admitió con tristeza- pero ya no podía evitar hacértelo saber, porque a mí me gusta decir lo que pienso y siento. Sé que no soy una buena opción para hacer una vida, y yo sé que quizás ni siquiera lo has considerado, pero me gusta la manera en que las cosas pasan cuando estoy contigo. Me gusta tu mirada, la forma en que estamos juntas, como éste momento, me gusta como miras y cuidas a mis hijos, y me gusta mucho como tu voz raspy se hace más grave cuando estás a punto de hacerme el amor, cómo suena cada vez que me dices que me quieres. Yo sé, Lauren, que para ti esto puede ser una simple diversión, un juego, o algo que no tiene que llegar a ser un compromiso, pero nunca en mi vida había sido tan feliz ni me había sentido tan plena. – aseguró rápidamente, mirándola a los ojos aún entre el negro de la noche.