Sin Barreras (Camren/Laucy/Shawmila) COMPLETA

Capítulo 37 "Propuesta"

Capítulo 37.

Propuesta.

Hacía mucho tiempo que no se sentía con esa tranquilidad. El monstruo de emociones que sentía antes, ahora no era más que un tímido ente que se asomaba solamente de vez en cuando, y solamente, también, bajo determinadas circunstancias o en determinados lugares. Se sentía con un notable bienestar que no era de sorprender, debido a que hacía un par de meses su vida había cambiado para bien. Recordó el primer momento en que tuvo entre sus brazos ese cuerpo pequeño de la niña que la miraba con dulzura. No podía describir lo sentido por ese pequeño ser que, lleno de inocencia, le mostraba que el amor se podía materializar, aunque no fuera de la manera común y corriente que parecía ser ese nacimiento.

Se perdió un momento en los ojos verdes que le miraban con todo el amor del mundo, y suspiró acordándose del beso que selló la historia de alguna manera. El beso que Lauren y ella se dieron en el hospital. El beso que sirvió de despedida por fin, a aquella frustración de no poder tener lo que quería. De no poder amar libremente a quien amaba con todo el corazón. Pero se despidió de ella y decidió comenzar desde cero. Deseándole toda la felicidad del mundo, porque se lo merecía, por más que se tratara de convencer de que no era así. Lauren era la mujer de Lucy, no la suya. Era un dolor con el que debía de aprender a vivir desde ese instante. Ya no tenía caso sufrir... Y eso le sirvió para seguir respirando.

Ya habían pasado días desde ese momento, y ahora no era más que una cicatriz. Un buen recuerdo de algo que también fue bueno. Sus objetivos estaban centrados en lograr que su corazón obedeciera las órdenes que le daba su razón. Formar de nuevo, si es que podía hacerlo, una pareja heterosexual que aunque no le llenara o satisficiera del todo, por lo menos le hiciera sentir plena como mujer. Se sentía, por decirlo de alguna manera, en un estado lineal, alentado por un buen hombre que le quería y le hacía sentir merecedora del mismo cielo que le regalaba.

Esa noche, su vestimenta era ligeramente especial, aunque no demasiado. Se sentía ligeramente nerviosa, pues por fin conocería a Mauro, el hijo de Fabianno. Eso le daba cierta seriedad a la relación, y no estaba muy segura respecto a cómo sentirse por ello. Sin embargo, no había tenido el valor de rechazar la petición de Fabianno de presentárselo, pues se encontraba muy emocionado de que por fin estuviera un tiempo con él, luego de varios meses de no verlo. Los recibiría en su casa y hasta se había dado el lujo de organizar una cena para poder recibirlos. Como mera cortesía, había invitado a Lauren, Lucy, Shawn y Troye, que ya se había decidido a convertirlos en sus amigos, ya que, evidentemente, no podía tener otro tipo de aspiraciones, y esa era la única forma de tener cierta seguridad.

Miró por última vez los ojos verdes y pequeños que, lejos de recordarle a la madre de Shawn (de quien los había heredado) no hacían más que clavar en ella la idea de que Michelle tenía la misma mirada de Lauren. La tomó entre sus brazos y bajó por las escaleras que le conducían hacia la sala, donde Lauren y Lucy la esperaban desde hacía un par de minutos.

- Discúlpenme por la tardanza- pidió con toda franqueza.

- No te preocupes. – Respondió la de ojos verdes, para besarle la mejilla un par de veces. Luego, la misma Lucy la imitó.

- ¿Podemos ayudarte en algo?- preguntó en el mismo tono amable de siempre.

- No, muchas gracias. Mejor, ¿puedes sostenerme un momento a Michelle?- pidió.

- Claro, dámela.- aceptó con mucho gusto, extendiendo los brazos. Camila obedeció, medio sonriendo.

-Iré a ver como va el pan de elote.- anunció dirigiéndose hacia la cocina.

- Sí- apenas le respondió, mirándola. Luego sus verdes ojos se postraron en la pequeña e inocente criatura, quien pareció haberle regresado el gesto, notoriamente emocionada.- Hola, sobrinita- le dijo sonriendo, tocándole con delicadeza la mejilla, mientras Camila avanzaba hacia la cocina y se perdía de vista.