Celebraciones y extraños sueños

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Durante muchas noches, sus cachorros unirían fuerzas y entrarían a su habitación, subirían con trabajo en equipo a aquella cama tamaño king que Chanyeol tenía desde que obtuvo su departamento, y se refugiarían bajo las suaves sábanas.

Chanyeol despertaría con un peso más en su pecho, suaves movimientos, y algunos cuantos pequeños ladridos que Jongdae gritaba lindamente entre sueños —a veces cayéndose de la cama cuando su sueño era muy activo—. Colocaría con suavidad el pequeño cuerpo de Baekhyun a un lado, y mejoraría la desordenada posición de dormir de su otro cachorro, o lo levantaría del frío suelo.

Mientras se asea para ir a su trabajo, sus cachorros seguirían durmiendo, y cuando estaba a un minuto de salir del baño, llegarían los dos en algún tipo de carrera, y el ganador de turno gritaría su victoria al tocar primero una de las piernas de Chanyeol.

Los saludaría con una sonrisa recién cepillada, y tomaría a ambos para que pudieran estar a la altura del lavamanos y lavarse el rostro, como también los dientes —cuidaba muy bien la higiene de sus mascotas—. Aunque luego desayunaran, a sus cachorros les gustaba mucho imitar sus acciones, y Chanyeol tenía aquella costumbre desde pequeño. "Una cepillada más, nunca esta demás."

Algunas mañanas dejaría a los dos cachorros en el sillón. Mientras él preparaba el desayuno, ellos estarían viendo caricaturas. Otras, ambos rondarían junto a él por la cocina, tratando de ayudar a preparar todo. Y en otras pocas, Baekhyun se quedaría dormitando en su hombro, teniendo a un Chanyeol haciendo malabares para preparar el desayuno con tan solo una mano.

Los primeros desayunos junto a Baekhyun y Jongdae, fueron casi caóticos, los cachorros querían probar de todo, y muchas veces peleaban por algún trozo de comida, incluso subiéndose a la mesa a correr y gruñir.

Había algo especial en los desayunos para Chanyeol y sus cachorros. El alto dueño implantó una tradición en sus dos cachorros; durante los cumpleaños de uno de ellos, harían en conjunto un desayuno especial, donde siempre había un tipo especial de torta.

Al día siguiente era su cumpleaños, y estaba impaciente. Para su mala fortuna, su empresa lo mando a un viaje de una semana a China para poder capacitar algunos empleados que estaban en su misma área. Le hubiera gustado mucho llevar a sus cachorros, pero no se lo permitieron. Recibía llamadas de sus cachorros todos los días, incluso algunas accidentales, donde sabia Jongdae estaría jugando con el móvil que les había pasado para comunicarse con él.

Llegaría en la noche, así que podría tener su desayuno con sus cachorros.

Mientras miraba por la ventana del avión, no hacía más que recordar a sus lindos cachorros, suspirando más de la cuenta.

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Su llegada fue recibida por dos inquietos cachorros lloriqueando, uno más que otro. No pensó que Suho llevaría a sus cachorros a recibirlo al aeropuerto, pero le pareció una muy linda acción. La cual no fue tan linda después de la explicación del mayor, porque; No puedo asegurar la vida de tus dos hiperactivos cachorros, y no quiero que Kyungsoo crezca con instintos homicidas para convertirse en algún asesino en serie de todos quienes molesten a Jongin. Creo que escogí la caja adecuada para mí, no podría sobrevivir en tu posición.

Mientras Suho se explicaba, sus cachorros en sus brazos, escondían sus rostros en su pecho, fingiendo dormir. Y los de Suho no estaban.

—Créeme, no hubiera sido buena idea traerlos a todos juntos. Descubrí unos papeles con planes nada sanos para ellos por parte de Kyung.

—Gracias, supongo. —respondió algo desconcertado, mirando a sus cachorros quienes se estaban riendo bajito mientras seguían fingiendo dormir.

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⏰ Última actualización: Jun 10, 2016 ⏰

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Pie de fresa {Serie de Oneshot's}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora