Lazos de fuego (Historia corta)

2 Reencuentro

No me quería voltear, no quería verlo, aún no estaba lista.

Todos lo saludaron, y solo quedaba que lo saludara yo, si no lo hacía iba a levantar sospecha de mis amigos y ellos nos conocían muy bien a ambos, después de todo, yo, Leti, Sarah, Miriam y Tristan éramos amigos desde la primaria.

Me gire rápidamente y lo salude.

-Hola.

Me acerque y le di un beso rápido en la mejilla.

-Hola, Nina- Era como si nada hubiera pasado, y tal vez para él era así.

-Bueno, ahora entren y ubíquense, yo voy a organizar a la gente y los alcanzó- Dijo Miriam.

-Está bien, yo me quedo contigo, eres una mujer que tiene que tener cuidado y yo voy a cuidarte como e hecho siempre, y no voy a aceptar un no por respuesta Mir- Ella me sonrió y los demás entraron. Estar cuidando a mí amiga era la escusa perfecta para recuperar el aliento.

Gracias a dios, no soportaba estar cerca de él, no podía controlarme a mi misma, ni a mis emociones, era horrible sentirse así y a la vez era lo más increíble. No, no era increíble, era malo muy malo, malisimo...

-Nina, ¿en que piensas?, te noto distraída.

Ya la mayoría de las personas habían entrado y pronto debía entrar yo y enfrentarme a Tistan y a su indiferencia.

-En nada, solo que después cuando vuelva a casa tengo que estudiar mucho para rendir los finales y empezar la tesis. El esfuerzo de tantos años por fin está dando frutos.

Le sonreí y gracias a dios lo creyó. Si en algo era buena, era fingiendo.

-Ah sí, claro, debes tener tu mente en eso, es el último esfuerzo y vas a tener tu título de Licenciada. Ya después de eso solo vas a necesitar un novio.

Le sonreí y cambiamos de tema. Yo era el tipo de chica que simplemente no tenia suerte en el amor y como última idiotez, me había enamorado de mi mejor amigo, pero él no, la historia de mi vida.

Ubicamos a las últimas personas y entramos. Leti y Ed estaban por llegar.

En la mesa sólo quedan dos lugares. Uno al lado de Nahuel, claramente reservado para su novia y otro al lado de Tistan.

No tenía suerte para nada.

Trate de disimular mis nervios lo más que puede y tome asiento entre Tistan y Sarah.

De inmediato la mesa se lleno de conversaciones y de risas.

Aunque de pronto cambiaron la música y el animador nos invitó a ponernos de pie y a recibir a los recién casados.

En general la cena estuvo mejor de lo que pensé. Aunque era hipnotizante tenerlo a mi lado. Su perfume era como una droga muy adictiva para mi y eso sin mencionar los pequeños roces casuales que tuvimos durante la cena.

No hablamos entre nosotros, aunque si hablamos con el grupo.

Aveces sentía su mirada sobre mi pero no me atreví a comprobarlo, como ahora mientras comíamos el postre helado y las luces estaban apagadas para ver el vídeo de la vida y el noviazgo de Leti y Ed.

Pero esta vez me arme de valor y lo mire.

Nuestras miradas se encontraron con una fuerza tan poderosa que a mi tonto corazón le costaba creer que solo yo sintiera eso. Pero sabía que era así.

Volví mi mirada hacia el vídeo y contuve la respiración. No podía soportar esto, no podía soportar tenerlo tan cerca y tan lejos a la vez.

Una lágrima cayó por mi mejilla y contuve las demás. Respire profundo y ensaye mentalmente lo mucho que me había emocionado el vídeo para justificarme y lograr que al menos lo demás lo creyeran.