Pensar, pensar, pensar y seguir pensando en todo esto; se suponía que debía preparar mi presentación y estudiar pero no logro sacarme nada de esto de la cabeza y mientras escribo el guion de mi presentación, lo único que puedo escribir son palabras que expresen la rabia que estoy sintiendo y nada de lo que quiero proyectar en mi clase, esto es insoportable.
Es casi media noche, creo que por ahora lo que debo hacer es enfrentar a Alex, eso haría un poco de espacio en mi cabeza para otras cosas, le llamaré. El teléfono suena por segundos infinitos, primer intento y responde el contestador; segundo intento, no puede ser, otra vez el contestador; listo, no lo intentaré otra vez.
¿Ustedes qué creen que debo hacer? ¿Le llamo una vez más por que la tercera es la vencida? No, mejor no; ¿O sí? Por supuesto que no, continuaré escribiendo así sean palabras llenas de rabia y continuaré con mis cosas, bien entretenido ha de estar. No puedo concentrarme, pero no entiendo ¿Qué rayos me está pasando? No aguanto la rabia conmigo misma por no saber cómo anteponer las cosas y ahora mi teléfono ha comenzado a sonar, lo descuelgo echando fuego por los poros.
- ¿Qué diablos quieres, no ves que no me puedo concentrar? - Digo, sin tener idea de quién se encuentra al otro lado del teléfono.
- Ashley, lo siento, no quise enfadarte; bueno lo que quiero decir es que no pensé que mi llamada fuera a fastidiarte tanto, yo sólo quería arreglar las cosas entre nosotros - Contesta Maxwell, sorprendido
- ¿Qué haces llamándome pedazo de traidor? No. Quiero. Volver. A. Verte ¿No lo entiendes? Desaparece, ve junto a Alex a apoyarlo a él, es que contesté porque no sabía que eras tú, porque de haberlo sabido, ni me molesto. - Le cuelgo el teléfono, voy a explotar.
No han pasado treinta segundos y vuelvo a escuchar que alguien me llama por teléfono, Max no entiende que no deseo hablar con él jamás en mi vida, pero decido dejar que diga lo que tiene que decir.
- Dime de una buena vez y por todas lo que tengas que decir y luego déjame en paz - Le grito
- Oye amor, pero ¿Qué es lo que te sucede ahora? Te llamo porque encontré dos llamadas perdidas tuyas. - Me dice Alex, al parecer hoy es el día para confundir las llamadas.
- Lo siento Alex, pensé que era Maxwell y no tengo ganas de hablar con él y pues sí, te estuve llamando pero andabas bien ocupadito - Le digo
- Estoy en casa, me estaba quedando dormido y no escuché el celular - Me aclara
- ¡Oh, entiendo! - No me siento convencida
- ¿Y? - Me pregunta
- ¿Qué? - No entiendo a lo que se refiere
- Pues estabas llamando Ashley, supongo que era para algo - Responde
- ¡Ah sí, eso! Pues quería que habláramos de lo que está sucediendo entre nosotros, las cosas están un poco fuera de control y yo la verdad que ya no entiendo nada. - Le comento
- ¿Quieres que vaya a tu casa y hablemos ahora, estoy algo cerca? - Me pregunta
- Pero bueno Alex ¿Estás volviéndote loco? Lo primero es que es más de media noche, lo segundo es que cuando vas a hablar mentiras tienes que ponerte de acuerdo en qué es lo que me vas a decir porque hace menos de dos minutos me dijiste que te estabas quedando dormido , en tu casa, y por eso no escuchaste el teléfono cuando te llamé - No puedo creer hasta donde llega su descaro.
- Puedo aclarar eso, todo tiene una explicación; estoy camino a tu casa, ya hablaré yo con tu madre para que me deje hablar contigo - Me dice y cierra el teléfono
Alex me cree estúpida, claro que todo tiene una explicación, especialmente porque tiene todo el tiempo que le tomará llegar aquí para inventarla y hacerla de manera creíble, pero no le creo ni una sola palabra, nada bueno estaba haciendo porque lo hubiera dicho al instante; esto será muy interesante, no puedo esperar a escuchar lo que tiene que decir. Me levanto del escritorio y voy donde mi madre, quien está viendo a papá por Skype y le hago señas para que apague el micrófono, lo hace y le explico que Alex se dirige hacia acá, me dice que cierre la puerta y no hable en tono muy alto para que papá no se dé cuenta y ya está. Trato de arreglarme un poco para no estar tan desaliñada y saco a flote mi mejor y más indiferente actitud, que ni piense que voy a hacer caso a cualquier cosa que se le ocurra decir, escucho un vehículo fuera y salgo a abrir la puerta.
- Pensé que te tomaría menos tiempo llegar, no vives tan lejos y en todo caso dijiste que te encontrabas cerca también - Digo desde que lo veo - Ya le dije a mamá, habla en voz baja que papá está en skype y si se entera que estás aquí a estas horas, nos mata a todos.
- Está bien, dame un beso - Acerca su boca a mis labios
- No te atrevas, aléjate - Lo interrumpo - Viniste a hablar y a darme un par de explicaciones ¿O es que no fue suficiente el tiempo de camino para inventar una buena excusa?
- Oye cariño calmate, entiendo que estés molesta, sólo te dije eso para que no te negaras a que viniera a tu casa y había olvidado que ya te había dicho donde me encontraba, me tomó más tiempo de lo normal porque tuve que tomar una ducha y vestirme - Me explica, tranquilo
- ¡Ah, era eso! - Creo que me suena lógico lo que me está diciendo - ¿Y el otro día, las llamadas extrañas en el baño?
- Pues quería sorprenderte, llevandote a ver una obra de teatro que te gustara y mi contacto comenzó a llamarme en el momento menos indicado, pero nada más - Aclara - Oye Ashley yo no quiero que las cosas estén así entre nosotros, yo te quiero y lo único que me importa es que estemos bien.
- Yo también quiero que estemos bien - Le digo
- Entonces cariño, ya olvida eso y que todo vuelva a ser como antes, no cualquiera me hace salir de la cama en medio de la noche fría y oscura - Comenta
- Pues tienes razón, hagamos de cuenta que eso nunca pasó - Me acerco y lo beso en los labios.
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Muero si te pierdo
RomanceCuando las cosas pasan sin que lo esperes, te sorprendes pero, ¿Qué hay de aquellas cosas que pasan, no te das cuenta y cuando ya está a punto de explotar te niegas a ti misma un sentimiento? ¿Qué sucede cuando no quieres aceptar o sentir esas cosas...