Muero si te pierdo

Capítulo II

¡Hey, estoy aquí de nuevo! Debo continuar hablándoles acerca de mí, como ayer, al menos eso creo; pues apenas es mediodía, no he hecho mucho el día de hoy, solo desperté, lo llamé a él, mi mejor amigo Maxwell, me duché, me lavé los dientes, le envié un mensaje de buenos días a mi novio, esperen ¿Les había mencionado que tengo novio? no lo recuerdo, pues sí, tengo un novio con el que tengo una relación de 2 años pero casi ni nos vemos, se podría decir que nuestro noviazgo cabe dentro de lo que se puede llamar una relación buena o normal; estamos cuando nos necesitamos, lo quiero y me quiere, las cosas básicas de las relaciones, discusiones esporádicas, algunas salidas y todo lo demás.

Hoy tengo bastante por hacer, tengo varias tareas de la universidad, (si, a mis diecisiete años ya llevo un año en la universidad), debo de terminar el análisis de algunos libros y debo encontrarme con Maxwell, tenemos algunas cosas que hablar acerca del episodio que sucedió anoche, tengo que hacerle sentir mejor y tratar de encontrar una solución a todo ese problema, también me hace mucha falta, me gustaría tanto que estuviera aquí ahora, solo para distraer la mente.

Acabo de recibir una llamada telefónica, mi novio quiere verme hoy, pero ya tenía planes con Maxwell, así que le dije que no podía verlo y comenzamos a discutir porque dice que nunca tengo tiempo para él, pero no es mi culpa tener cosas importantes por hacer el día de hoy. Estoy pensando cómo voy a vestirme, no es por nada en específico, ni que fuera a hacer algo especial, es solo que quiero sentirme hermosa el día de hoy, no sé si usar un vestido, una falda o unos vaqueros, creo que usaré mi vestido favorito, de seguro hoy si Maxwell me dice que me veo linda o algo así; digo, no vayan a pensar que es que quiero estar bonita para él, no, es solo que quiero verme hermosa, no sé, ¿Saben qué? Mejor olviden ese tema, se me hace tarde, ya debería estar de camino.

Llego a la universidad y voy directo a mi salón de clases, hoy debo tomar clases de administración y mi profesor es súper aburrido, al extremo; siempre he tenido la idea de que los profesores tienen el poder de cambiar la imagen que tienen los estudiantes acerca de tomar clases, al menos en su mayoría, pudieran hacer las cosas entretenidas, incluso ellos podrían disfrutar de su trabajo, pero no, al parecer algunos disfrutan complicándole las cosas a los demás y haciéndolo más difíciles para ellos, me entretengo resolviendo algunos problemas y ejercicios, al fin y al cabo no soy tan mala y me va muy bien, el tiempo transcurre lento.

Han pasado dos horas desde que la clase inició, el profesor al fin nos está despidiendo, salgo y me despido de algunos compañeros de clase, quedamos de ayudarnos con algunos ejercicios, corro al baño a retocar mi peinado; esperen, no es cierto, odio peinarme y ni siquiera sé hacerlo, corrí al baño solo a ver si al menos todavía seguía presentable.

Le marco a Alex para saber si todo está bien con él, no me toma la llamada y le marco dos veces más, al fin contesta.

- Hola amor- saludo
- Hola, ¿Cómo estás? - No es típico en él ser tan frío
- ¿Tú qué crees, Ashley? - Me pregunta
Pues yo creo que sí, tu tono de voz me lo dice todo - Siempre soy muy sincera respecto a lo que pienso.
- Pues entonces no hace falta responder a tu pregunta, ¿Qué estás haciendo? - Dice de manera muy grotesca.
- Pues estoy saliendo de la universidad y voy de camino a casa de Maxwell, quedamos de vernos hoy - Respondo de la manera más calmada posible
- Entonces es perfecto, ya veo cuáles cosas eran las tan importantes que tenías que hacer - Cuelga el teléfono.

Justo ahora creo que estoy en problemas, pero no puedo dejar de ver a Max hoy y Alex debe entender que también hay que dedicarle tiempo a los amigos, en especial a los mejores amigos; luego veré como resuelvo esa situación con Alex, lo quiero mucho y no me gusta cuando estamos en este tipo de situaciones.

Mientras camino voy pensando en las cosas que haremos mi mejor amigo y yo, las cosas que le diré y las que él me dirá - podemos decir que soy un poco obsesiva imaginando y planeando las cosas que haré y cómo serán - de algo si estoy segura y es que lo pasaremos bien, siempre la pasamos bien cuando estamos juntos, me río y me divierto mucho, es que tengo al mejor amigo del mundo.

Al llegar, tengo que esperar a que Maxwell salga de la ducha, lo que me da más tiempo para seguir imaginando nuestras conversaciones; al salir me dio un súper abrazo de oso, no sé por qué pero siento tanta paz cuando me abraza, es como si todo el desorden de mi vida encontrara su lugar, ha de ser por la gran conexión de amistad que tenemos, me mira y sonríe.

- Ashley, estás hermosa - Dice

No pude evitar sonrojarme, él no suele decir ese tipo de cosas, creo que era la primera vez que me lo decía; tampoco es que le de mucha importancia a eso, solo que me sorprendió un poco porque no estaba acostumbrada.

Estamos hablando de cosas sin sentido, se detiene, pone una cara más seria de lo normal, lo cual comienza a preocuparme.

- Creo que debería intentar tener una relación con alguien - dijo

La sangre se me congeló en el cuerpo, es cierto que esto es lo que debe hacer pero ¿Y si le hacen daño de nuevo? No me queda más remedio que dejar que las cosas fluyan.

- Bien, me parece buena idea, pero ¿Quién? - Pregunto
- ¿Recuerdas la chica de la que te hablé aquella vez, la que conocí durante el verano pasado? Pues creo que ella es la mejor opción que tengo - Respondió

Entonces es cuando me percato de algo, si está con la chica y, en el caso contrario, ella se enamora y todo lo demás, al final será él quien va a herirla porque aún no cura otras heridas, esto está muy complejo, pero debo conocerla y saber qué tipo de persona es, no quiero que vuelvan a lastimarlo.

Dentro de mis pensamientos, mientras Maxwell sigue hablándome de las cualidades y características de esta chica, llego a una conclusión: Maxwell, novia, debe hablar con ella, salir con ella, dedicarle tiempo a ella; lo que por consecuencia, menos tiempo para su mejor amiga y esa soy yo, perderé a mi mejor amigo. Entonces es cuando tengo el encuentro de sentimientos más grande del mundo, es decir, quiero que sea feliz en caso de que decida tener un noviazgo con esta chica, pero no quiero que se aleje de mí, entonces es cuando decido hablar.

- Max - Digo
- ¿Si? - Pregunta
- ¿Te alejarás de mí si tienes novia? - Me animo a preguntar

- Por supuesto que no ¿Qué dices? Cualquier mujer que entre a mi vida, debe aceptar que tu vienes incluida en ella, todo el mundo debe tener claro que tú y yo somos inseparables - Una lagrima resbala en mi mejilla

- Hey, Ashley ¿Por qué lloras? - Pregunta mientras que, con su pulgar, limpia las lágrimas de mi rostro.
- Muero si te pierdo - Le dije

Me levanta del mueble en el que me encontraba sentada hace unos segundos, me abraza fuerte.

- Nunca me vas a perder, nunca me voy a alejar de ti - Dijo, mientras su abrazo se sentía más y más cálido.

Así abrazada a él, sin decir ni una sola palabra, han transcurrido alrededor de quince minutos, quince minutos estáticos, quince minutos que parecen quince millones de horas, quince minutos de paz, quince minutos de tranquilidad, quince minutos para darme cuenta de que Dios me ha bendecido con un amigo como él, quince minutos de eternidad, quince minutos consciente de que nuestra amistad es inquebrantable, quince minutos en los que los latidos de un corazón me hacen sentir segura.

Entonces me percato del tiempo, me separo de él, le miro y sonrío.

- ¿Qué pasa, de qué te ríes ahora? - me pregunta
- Mira hacia afuera, ¿No te diste cuenta de que ya oscureció y de todo el tiempo que estuvimos allí, abrazados sin decir una palabra? - Le dije
- ¡Wow, es cierto! ¿Cuánto tiempo llevamos aquí? - Preguntó
- Una eternidad - Respondí

Él también sonríe, vuelve a abrazarme, le doy un beso en la mejilla y le digo que ya es hora de irme, debo regresar a casa y continuar con mis quehaceres.

- No, no quiero que te vayas - Me dice
- Yo tampoco deseo irme, pero debo hacerlo, además siempre pasa lo mismo a la hora de despedirnos - Respondí, tomando en cuenta que cuando pasamos tiempo juntos, se nos hace muy difícil decir adiós.