—¿Puedes prometerme eso?
—No lo sé.
—Yo necesito... que estés aquí, necesito poder... tocarte... hacerte el amor. Necesito mirarte a los ojos y saber que estás bien. Estando tan lejos no sé lo que piensas. No sé...
Él miró el borde de la pantalla del ordenador y volvió a sus ojos que se veían tan negros que podías perderte en ellos.
Ambos eran tan distintos.
Ella estaba acostumbrada a salir con sus amigos y vagar en el parque y fumar cigarrillos y yerba y tomar vino tetrapack.
Él ya no fumaba ni tomaba ni salia a ningún lado con nadie.
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PAPELES PERDIDOS #Wattys2016
RandomColección de estrellas. Trabajo en progreso. Lee bajo tu propio riesgo. ©EmmetSatori 2016 [derechos reservados]