LONELY HEARTS CLUB ➵VKOOK

F L E C H A Z O

J E O N    J U N G K O O K      &      K I M    T A E H Y U N G

Jueves 12 de abril 2012. Daegu, Corea del Sur.

No podía pensar nada más que en su llegada, ése día era tan especial para ambos que no se imaginaban lo que le podría llegar a pasar. Pues, como siempre, su mente estaba en otro mundo y no se daba cuenta de las cosas hasta que pasan o se las dicen. Pero sinceramente a Tae no le importaba lo que pase; él podría morir ése mismo día pero no importaría porque al menos lo alcanzaría a ver de nuevo y eso lo haría de lo más feliz.

—¡Tae~! —Un pelinegro va corriendo en su dirección y lo estrechó en un cálido abrazo al cual correspondió con la misma intensidad.

El mayor miró hacia abajo y se encontró con un pequeño aro de titanio que brillaba en la oreja de su amigo.

—¡Woah! Te hiciste un aro. Genial, Kookie —alabó Tae, tocando su oreja.

—¡Sí! ¿A que está genial? —rió, sin vergüenza.

El mayor le sonrió y tomó la maleta de Jungkook y empezó a caminar hacia la salida del aeropuerto.

TaeHyung estaba muy feliz: su mejor amigo de toda la vida estaba de regreso después de tanto tiempo sin verlo. Seis años para ser exactos. Pero esos años no fueron impedimento para dejar de comunicarse; lo hacían por todos los medios: Cartas, llamadas, mensajes de textos, regalos por correo. Incluso se grababan y luego se lo enviaban; ya sea por mensajes multimedia o por mail.

Y Jungkook comparte aquel sentimiento con su amigo; aunque a pesar de los años él siente que sólo ha pasado un día y no esos largos seis años. Jeon observó el cambiado aspecto de su mejor amigo y debe admitir que la pubertad le ha asentado bien. Y a él igual, claro.

—Ya no eres un enano, ¿Kookie?

Tae se volteó en busca de su amigo al no encontrarlo a su lado. Pensando lo peor empezó a mirar detalladamente su entorno hasta que lo encontró al lado de un taxista, conversando. TaeHyung soltó un suspiro de alivio; la señora Jeon lo mataría si su hijo menor se pierde en la gran ciudad.

—¡Tae! —Jungkook lo llamó y movió su mano en el aire—. ¡Encontré un taxi!

El mayor rió al ver que el señor cubrió su oreja por el grito que dio Jungkook, y se acercó donde ellos estaban. TaeHyung podía ser muy infantil y descuidado pero cuando de Jungkook se trata es muy responsable, no serio, pero hace sus límites aunque le cueste, todo con cuidar a Kookie.

Luego de que metiera las maletas al portaequipajes, y que Jungkook haya subido, él también subió y justo cuando iba a cerrar la puerta una mano se interpuso, no logrando su cometido. Un chico de cabellera negra peinada hacia arriba se subió al taxi, haciendo que Jungkook lo mirara con el ceño fruncido.

—¿Podemos compartir el taxi? No hay ninguno afuera y tengo que ir al centro de la ciudad —Dijo con voz afligida. TaeHyung se encogió de hombros y negó.

—No hay problemas, nosotros también vamos al centro.

Sin discutir más, el taxista puso en marcha el auto y les pidió la dirección a ambos jóvenes, que sorprendente resultó ser la misma; iban al mismo edificio. TaeHyung y el chico azabache conversaron todo el camino sin cesar. TaeHyung descubrió que es un joven aspirante a bailarín que quiere estudiar en una academia de baile y se quedará con su hermana mayor hasta que terminen sus vacaciones, y que se llama Jung Hoseok.