001.- Terminamos

124 21 8
                                    

—Luces peor que la mierda, Kookie.

Fue lo primero que dije al ver a Jungkook inmiscuirse en mi departamento sin mi permiso. Kook no le toma mucha importancia; pues él sabe que puede hacerlo todas las veces que quiera. Nos conocemos desde primaria, hemos sido amigos desde hace mucho tiempo y le tengo la suficiente confianza como para darle la llave de mi casa.

Lo miro por unos largos segundos antes que él rezongue por mi oscuro comentario. No se ofendió, sin embargo. Él sabe que tengo un sentido del humor algo negro, gracias al tiempo que he pasado con mi amigo YoonGi; y debido al tiempo que paso con él he aprendido a lidiar con eso. Incluso algunas veces, como ahora, me encuentro a mi mismo soltando comentarios igual de negros.

Sí, YoonGi es una mala influencia para mentes débiles. Como la mía, por ejemplo.

Jungkook al verme perdido en mis pensamientos rueda los ojos sin darme respuesta alguna, lo miro por unos instantes pero enseguida llevo mi vista a la televisión. El azabache tuerce su gesto al ver mi poca intención cooperativa; es raro que ya no hubiera saltado a sus brazos para darle un fuerte abrazo, pero no tengo ganas de nada. Sin decirme ninguna palabra, Jungkook, caminando hacia mi, esquiva con gracia las latas vacías de cerveza que había dejado desperdigadas por el suelo. Y por sorpresa, Kook no me regañó por el desorden —lo cual es súper raro y me hace pensar que a él también le pasó algo malo, aunque es obvio por la llamada que recibí minutos antes—,  ya que sólo se deja caer a mi lado, en el sofá.

—¿Qué te pasa, Tae? —Me pregunta enarcando una ceja—. ¿Por qué tan deprimido?

Lo miro y hago un mohín con mi boca.

—¿Qué te hace pensar que estoy deprimido?

Jungkook, arqueando una ceja, señala a mi alrededor.

—No sé... Tal vez porque estás fumando; tu ya no lo haces, y si lo haces es porque algo te pasa —habla con ironía—. Y te has comido medio tarro de mantequilla de maní, gordo.

Me da un golpe en mi estomago y yo lo cubro con mis manos. Jungkook pega bastante fuerte. Suelto un suspiro al verme descubierto por mi mejor amigo y me siento correctamente en el sofá, rendido ante Kook. Odio que me conozca tan bien.

—La vida es una mierda peor que la que cagué esta mañana, Kookie.

Miro a Jungkook y sé que se está aguantando la risa porque una pequeña sonrisa se asoma por la comisura de sus labios. Pero la borra al recordar en la penosa situación que me encuentro. Lo raro es que no lo veo triste, él me llamó con la voz completamente rota, hasta sus moqueos se escuchaban a través de la línea. Quizá mi estado de ánimo le hace reprimir su tristeza, soy el mayor y él el menor, yo debería ser su pañuelo de lágrimas y mocos, no él de mí; no es correcto. No cuando él me llamó primero.

—Pero primero dime: ¿qué te pasa a ti, Kookie? Puedo ver a cada lado de esa nariz dos ojos tristes —doy una última calada a mi cigarro y lo apago en el cenicero. Jungkook desvía su mirada de mí y noto como sus ojos se vuelven a cristalizar debido a las lágrimas, me caga verlo así de deshecho. Me levanto de mi flojera y, como el buen hyung que soy, lo estrecho en entre mis brazos, dándole absolutamente todo mi apoyo moral, el menor comienza a dar pequeña espasmos por el llanto y yo lo estrecho aún más, demostrándole que no está solo. Que me tiene a mi y a Jin para lo que sea.

—¿Me dirás qué es lo que pasó, Kookie —trantando de ser suave, ya que la mayoría del tiempo soy un bruto terco, le hablo haciendo que me mire con sus tristes ojos. No me gusta verlo así, definitivamente no me gusta. Mataré a la persona causante del llanto de mi mejor amigo. Jungkook asiente y se separa de mi abrazo, secándose las lágrimas con la manga de su chaqueta.

LONELY HEARTS CLUB ➵VKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora