No sé cómo pero lo hiciste ||One Shot - Sirius Black||

Capítulo único

Alba Broggi conoció desde pequeña a James Potter desde ahí los dos crearon unos lazos de fraternidad. A pesar tener la misma edad, para James, Alba es su hermanita menor. Alba siempre estuvo ahí para defender a James aunque él no lo necesitara, ella siempre estuvo ahí.
Un ejemplo sería la vez que Severus Snape iba a atacar a James por la espalda pero Alba utilizó el Expelliarmus, hechizo que habían aprendido en DCAO, desarmándolo, para después lanzarle un Maleficio Expulso, así evitándole cualquier daño a su amigo, claro está, se ganó un castigo pero para Alba valió la pena.
En estos momentos Alba se encontraba caminando, a pasos apresurados, por los caminos de Hogwarts seguida por los cuatros merodeadores, con los cuales había generado una gran amistad.
Alba estaba decidida en darle su merecido a Lily Evans por haber roto el corazón de su amigo.
– ¡Alba, por favor!
– ¡No James esa va a aprender!
– ¡Alba!
James se adelantó, poniéndose enfrente de Alba, impidiendo su paso.
– James hazte a un lado –dijo tranquilamente Alba.
– Alba, por favor, no vale la pena, te meterás en un problema.
– Le enseñare a no romperle el corazón a mi hermano mayor.
Estaba dispuesta a caminar pero los brazos de Sirius la tomaron de la cintura imposibilitando cualquier locura.
– ¡Sirius, suéltame! –a pesar de la orden de Broggi, Sirius no la soltó–. Le enseñare a esa estúpida...
– ¡Ya cállate! –gritó James, con la paciencia agotada–, ¿¡Qué no lo entiendes!? ¡Tan estúpida eres! ¡Entiende no te necesitó! –los ojos de Alba se iban cristalizando. Jamás pensó que James le diría tal cosa–, ¡Solo eres un estorbo! ¡Ojalá nunca te hubiera conocido!
Sirius soltó a Alba por la impresión, Peter y Remus se quedaron petrificados y Alba a pesar de querer llorar sostuvo las lágrimas en sus parpados.
– Bien –habló después de unos segundos de silencio pero su voz sonaba diferente, era fría– , ya entendí Potter.
Empezó a caminar del lado contrario del cual antes iba. Mientras que Sirius, por primera vez vio con odio a James y fue detrás de Alba, para él, se había convertido en una persona importante en su vida.
James todavía no salía de su ataque de ira por lo cual no se daba cuenta de lo que había hecho, fue cuando volteó a ver a sus dos amigos que quedaban ahí, estaban tensos no sabían que hacer. La cara de furia que hace unos momentos tenía cambió a una de confusión.
– Creo... –habló Remus–...que lo mejor será irnos Peter.
Y así caminaron por el lado contrario de Alba y Sirius dejando a James solo en ese pasillo vació.

(...)

– ¿¡Qué crees que haces!? –gritó una rubia a Sirius–, ¡No puedes entrar, solo entran chicas!
– Vamos ya he estado aquí muchas veces y tú lo sabes Tracy.
Ignorando la regla caminó hacia la habitación de Alba y aunque nunca había estado ahí lo supuso por los sollozos provenientes de esa habitación. Entró y la vio sentada en el piso recargada en la cama.
– Alba...
– Vete, quiero estar sola.
Sirius se sentó enfrente de Alba quitando los mechones que caían por su cara.
– El no quiso decirlo.
– Claro que sí.
– Estaba enojado.
– Dicen que cuando se está enojado dices todo lo que piensas y me quedo claro lo que piensa James.
– Pero...
– Deja de justificarlo.
Sirius se quedó callado no sabía que hacer o que decir entonces la abrazó, eso no era común en Sirius, parece que eso era lo que Alba necesitaba porque correspondió al abrazó y rompió en llanto.
– Sirius... –lo llamó Alba después de haberse calmado.
– ¿Sí?
– Gracias por estar aquí.
– ¿Sabes? Esto no es común en mí, creo que la única vez que consolé a alguien fue cuando Lily rechazó a James, pero es que te has vuelto tan importante para mí, no sé cómo pero lo hiciste.
Alba se quedó en silencio pensando, ¿Qué quería decir Sirius con eso? ¿Era algo como una declaración?
– Alba...te quiero.
– Yo también te quiero, Sirius –dijo mientras se volvía a acurrucar en los brazos de Sirius, donde se sentía protegida y recibía un calor que nunca nada ni nadie le podría dar más que él–. Yo también te quiero. –Murmurró.