Hola, soy una roca, hecha de granito y otros minerales que no sé como se llaman porque no fui a la escuela ese día, tampoco es que tenga patas para ir, pero os lo voy a explicar todo sobre mí en esta redacción.
Lo primero y más importante es que mido cuatro centímetros y medio de alto por tres con seis de ancho, a lo mejor me sobran un par de milímetros, pero tampoco es que esté gorda. Vivo en un patio de una guardería, porque me encantan los niños, que aunque puedan ser revoltosos a veces, me parecen extremadamente monos la mayoría.
Siempre hay una chica llamad Delia que viene al rincón donde estoy en muchos recreos, y me hace muy feliz, porque me trata como si fuera su amiga de toda la vida, y eso que nos conocimos hace siete meses.
Cuando sale de clase, en vez de estar con sus compañeras humanas, se viene al rinconcito donde me encuentro, me coge entre sus manos y empieza a caminar por todo el patio mientras que me intenta explicar que han aprendido en ese rato de clases.
Cuando se termina el recreo me deja en lo alto del tobogán y vuelve a su aula. La verdad es que no sé como no se sorprende de que al día siguiente no esté en el tobogán, sino en mi rincón otra vez. Lo consigo rodando.
Otra cosa sobre mí es que no tengo muchos rocamigos, ya que hay pocas rocas inteligentes (como yo) que viven en una guardería. Por esto, cuando los niños se van, toda la tarde y la noche se me hacen eternas, porque me aburro mucho (como ahora), pero hay una cosa que se me hizo más eterna que todas las tardes y noches juntas:
Un día cualquiera, Delia vino como hace siempre, pero esta vez traía a una amiga. Era la primera vez que la veía con otra persona. Entonces, me cogió y me presento a su amiga, pero ella me quitó de las manos de Delia y me lanzó por los aires hasta que me cogió otro niño, y este me volvió a lanzar. Yo no podía decirles que pararan ya que no puedo hablar, pero Delia, como buena amiga que es intentó que pararan, aunque no lo consigió.
Termino el recreo y por fín los niños se fueron. Delia y yo nos miramos desde lejos y, aunque no nos pudiéramos comunicar, le estaba muy agradecida por lo que había hecho. Para mi sorpresa, lo debió entender ya que me gritó:
- ¡De nada!
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Mini'st
RandomEste libro es una recopilación de historias cortas originales mías (de Tanachii). Trata de temas varios que se me ocurrían en mi tiempo libre y algunas tienen un aire similar, ya que escribo como escribo y eso hace mi 'propio estilo' de cómo ambient...