Capítulo 6

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Hoy para muchos será su gran día. Es el baile. Yo decidí quedarme en casa viendo series. Mi madre se marchó, tenían que organizar no sé qué evento en el colegio. Empecé a pensar en que habría pasado si siguiera hablando con Kim. ¿Hubiéramos ido juntos al baile? Podría ser una posibilidad. Ella estaría guapísima con un vestido hasta los tobillos, de color granate y un tirante en el lado izquierdo el cual tiene unas flores también del mismo color del vestido. Luego su moño bajo un poco despeinado y sus ondas laterales que caerían sobre sus hombros... Sacudí la cabeza. Debía dejar de pensar en ella.
Eran las diez de la noche. Mi madre había vuelto y se encontraba descansando en su habitación. Yo seguía viendo un maratón de Forever. De repente oí que llamaban a la puerta. Sorprendido me levanté, paré el episodio y fui hasta la puerta. La abrí y me encontré con Kim. Estaba con la cabeza abajo. Después de unos instantes la levantó y vi que tenía todo el maquillaje de los ojos corrido por haber llorado. Estaba bastante despeinada y también tenía el vestido un poco rasgado. Sin decir nada se abalanzó hasta mi y me abrazó. Yo sé lo correspondí. Cuando se tranquilizó un poco, la dejé pasar y nos sentamos en el sofá.
- ¿Qué ha pasado Kim?
- Tenias razón... Siempre la tienes...
- ¿De qué estás hablando?
Me volvió a mirar a los ojos. Vi como una lagrima corría libremente por su rostro. Sin pensarlo puse mi mano en su mejilla y la sequé. Aún así estaba guapísima y tenía muchas ganas de sentir sus labios sobre los míos. Y fue en ese momento, cuando me di cuenta de que no me importa dónde se encuentre, o con quién esté, yo siempre la amaré.
Los latidos se multiplican por mil en mi pecho cuando nos vamos aproximando cada vez más. No puede ser. Tiene que ser un sueño. Me siento como en una nube. Mi cerebro no asimila y mi corazón hace minutos que va tan deprisa que me da miedo sufrir un infarto. Los dos nos miramos, le aparto el pelo de la cara hasta recogérselo detrás de una oreja. Primero le doy un beso en la mejilla y, a continuación, me acerco a su boca. Nuestros labios, como dos imanes de distinto polo, se atraen irremediablemente.

Multimedia: Matt y Kim 😍

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